Y todo empieza por la forma de aprender, todo.
Cuando se aprende con ganas, cuando dan ganas de aprender porque el maestro o el profe son personas cercanas y que te abren caminos, y no burócratas que controlan lo que haces y te evaluan, cuando somos, cuando nos dejan ser, cuando los espacios de aprendizaje se abren a las innovaciones, a la participación, a la colaboración en vez de la competición, en definitiva, a la libertad y autonomía de los participantes y los tiempos de aprendizaje te parecen cortos, porque desearías que siguieran. Cuando ocurren esas cosas, y nos gusta lo que realmente en el fondo nos gusta, aprender haciendo con otros; entonces, las cosas son diferentes.
Las escuelas y universidades españolas se parecen más a prisiones que a espacios de aprendizaje. Son lugares donde no hay libertad, donde los programas están decididos, donde sólo hay que responder a lo que arbitrariamente te piden en exámenes continuos, donde su área de autonomía es cortísima, por no decir nula. …….
Los estudiantes están deseando terminar, estan deseando que todo se acabe, que los dejen, irse de ese mundo al que les obligan a estar encadenados.
Encadenados como Prometeo, al que probablemente les gustaría representar.
Aceptemos que quieren ser como Prometeo, quieren el fuego de la vida, y no la repetición y subordinación implícitas; quieren saltarse a los dioses, al sistema educativo, y llevar a todos la nueva de que es posible que nos hagamos nosotros mismos la comida, con el fuego que subyace en nosotros, ni siquiera es de los dioses, sino nuestro, porque los dioses no lo necesitan, están enterrados en sus propias cenizas …. encerrados en una lápida. No tienen fuego; el fuego y la indignación está en nosotros. Y nosotros, a partir de nuestra libertad y de compartirla, podemos inventar el fuego, esas llamas de vida que renacen en un continuum brillo ……
No me extraña que quieran que todo termine …. con lo que unos jóvenes ya están viejos antes de ser maduros, tal vez por eso no quieren dejar de parecer y ser jóvenes ¿e inconscientes?. ¿Nos damos cuenta de lo que está pasando? No es posible con estas enseñanzas, no es posible. Nos hacen viejos, nos encierran en nosotros mismos, se pierden nuestras mejores energías y voluntades ….
¿Qué estamos haciendo con nuestros hijos, con nuestros nietos, qué estamos haciendo?
Y lo peor es que lo que estamos haciendo es lo que ellos están aprendiendo a hacer, las claves de su vida, de lo que pueden repetir, a no ser que se rebelen, pero es más normal reproducir que rebelarse, una vez que han pasado la juventud, la mayoría se dejarán llevar por los acontecimientos y no tendrán energías ni conocimiento para rebelarse. Por eso, los maestros y profesores tenemos una labor básica en todo esto, tenemos que contribuir a generar otros espacios de aprendizaje, unos espacios que forjen unas generaciones renovadas y renovadoras.
Muchos de nosotros estamos en ello, y tenemos que colaborar para crecer exponencialmente, porque estamos haciendo muchas cosas individualmente, pero necesitamos mostrar una cara social a lo que sólo son intentos individuales, tenemos que proyectarnos en el grupo social, en el colectivo, y que todos los pequeños o grandes intentos de renovación se vean entrelazados y apoyados en su caminar hacia otra sociedad más justa y más consciente de lo mucho de bueno que nos perdemos siguiendo como estamos y somos.
Muchos ya estamos en ello, pero necesitamos más vínculos, más interrelaciones, más redes de interconexión y aprendizaje.
Hay tanto por hacer … que uno se siente nada ante la inmensidad del problema …. pero hay que perseverar, porque lo cierto es que nadie nos lo va a poner fácil.
La cooperación, la colaboración, las interrelaciones, las redes son la única palanca que puede mover todo esto …. los individuos aislados, que es lo que desea el poder, fragmentados, dispersos, somos «carne de cañón».
Seguir la estrategia de Farenheit 451 puede ser interesante, pero mejor generar la solidaridad que se organiza sobre la cooperación y la colaboración, a partir del grupo y de querer hacer las cosas bien. Tenemos que saber superar la crítica feroz que a veces desemboca en acciones desproporcionadas e injustas a su vez. Nada está justificado, en mi opinión, si los medios son incoherentes con los fines. Madurez es lo que necesitamos, madurez, aún en la provocación, que la hay y la habrá en la medida en que avancemos.
No sigamos la estrategia de «Rebelión en la granja». Hagamos las cosas desde dónde todavía están sanas y humanas, desde abajo, facilitando los procesos de vida, y no forzándolos. Si los forzamos, los desencajamos y utilizamos sus «propias estrategias». Tenemos que saber movernos en la madurez humana. Este sistema no es justo, ni es cabal, es propiamente un sistema que nos trata como si fuéramos tontos o ignorantes. Mostremos nuestra madurez humana, nuestra práctica coherente, no caigamos en la posición extrema que finalmente sólo a los que tienen el poder ayuda, porque así tienen otra «razón» para represaliarnos. Seamos maduros, hombres, mujeres, hechos y derechos, como decía mi madre. Seamos libres y activos, busquemos con ansia, sin descanso, la autonomía y libertad que nos hace personas. Seamos personas …. siempre.
La estrategia tan vez esté en el budismo o en el zen o en aquellas manifestaciones pacíficas que han resuelto filosóficamente unas formas de vida humanas.
Una forma de expresarlo es a través de las llamadas cuatro verdades:
1.- ¿Qué enfermedad tengo?, ¿que nos pasa? ¿cuál es el sufrimiento que padecemos?
2.- ¿Cuál es la causa de la enfermedad? ¿dónde están sus raíces? ¿cómo podemos explicarla? La causa no está en el mundo, está en nosotros.
3.- ¿Tiene cura? ¿tiene remedios? ¿se pueden buscar? Si cambiamos la manera de ver el mundo, podremos hasta llegar a la felicidad.
4.- ¿Cuál es la cura? Busquemos la cura, la estrategia de vida.
Los budistas proponen el camino óctuple:
1 visión o comprensión correcta
2 pensamiento o determinación correcta. Conducta ética
3 Hablar correcto
4 Actuar correcto
5 Medio de vida correcto. Entrenamiento de la mente
6 Esfuerzo correcto
7 Estar-Presente o Consciencia del momento correcta
8 Concentración o Meditación correcta
Por supuesto, sólo la pongo como ejemplo: ahí hay una estrategia y muy coherente y correspondiente con el horizonte perseguido, pero tal vez sería pedirnos demasiado ser tan perfectos (correctos).
En último extremo, saber dónde estamos y actuar en consecuencia, con la coherencia necesaria entre medios y fines. He simplificado mucho, pero para entendernos.
Otra estrategia sería la científica:
primero, ser conscientes de lo que queremos y de la necesidad social, y sentirla y hasta cierto punto sufrirla e indignarnos ante tal situación evidentemente injusta.
Segundo, lanzarse a la piscina y buscar, encontrar lo que se sabe, buscar lo que no se sabe, ponernos en el hoy, analizar, eso se llama analizar, con diferentes etapas: inventariar elementos, clasificarlos, relacionarlos.
Tercero, modelizar, generar modelos explicativos, a partir de la interrelación global y jerarquización consiguiente de las relaciones esenciales de la realidad. Tener una buena hipótesis, y hasta una buena teoría explicativa de la realidad.
Cuarto, desarrollar las consecuencias de ese modelo, teoría o punto de partida, exponerlo, hablarlo, intercambiarlo, trabajarlo, derivar consecuencias.
Quinto, contrastarlo nuevamente con la realidad, hacer que las cosas se miren a sí mismas en el espejo, se refuten o se contrasten provisionalmente.
Análisis-Comprensión-Desarrollo-Contrastación y vuelta a empezar …. método científico.
Es otra estrategia, apta para avanzar seguro.
Otra estrategia: la grupal.
1. Primer paso: Comienza por conocerse, por acercarse a los temas comunes, construyendo un lenguaje compartido y hasta cierto punto común. Un lenguaje conectado (otros lenguajes conviven con él. En ningún caso, es un lenguaje único, sino grupal, que se puede compartir para avanzar).
2. El segundo paso formar un grupo de trabajo, un grupo que quiere avanzar en un cierto sentido, formar el grupo y forjarlo a través de un tema en el que todos los miembros estén realmente interesados, casi necesitados, diría.
3. El grupo actuará primero analíticamente, profundizando sobre el tema, y comprendiéndolo. Actuará con un método básico, un observador que les liberará de esa función y les permitirá tener memoria de lo que hacen. El observador en un momento dado, devolverá al grupo la observación, el resumen de aprendizajes hasta ahí.
4. Esto servirá para que el grupo entre en una dinámica de mejora continua, de innovación, donde las aportaciones de los miembros, debidamente resumidas dan lugar a un paso de observación, que luego se dinamiza y profundiza e innova.
6. El espacio grupal ya está en marcha, sólo necesitamos reeditarlo una y otra vez, buscando nuevas aportaciones, sabiendo sintetizarlas, sabiendo ponerlas a disposición del grupo, sabiendo trabajarlas y ampliarlas.
7. Hay un punto en que necesitamos parar en este proceso de asociación de ideas. Por eso es bueno tener límites de tiempo, sean estos en cada reunión, sean en el tiempo marcado para la consecución de objetivos grupales.
8. Asimismo el grupo es un espacio de contrastación continua. No que esperemos al final para contrastar la validez de lo que avanzamos; lo estamos haciendo a cada momento, casi a cada momento, es un proceso continuo. Esto es muy importante, porque los errores se solventan más rápidamente, y sirven para aprender, y para que el paso siguiente absorba el error y lo convierta en positivo.
9. El grupo se comporta en la acción-investigación como un ente con valores, pero no necesita hablar de ellos, porque los tiene, los va adquiriendo, sin ser informado nadie de que los tiene. Los tiene porque su práctica los producen. El respeto, vinculado a la presencia y a la puntualidad, también a la palabra del otro; la positividad vinculada a la asociación de ideas y al sentido de holding que adquiere el conjunto; la innovación a partir de un proceso continuo de mejora y perfeccionamiento de lo que se hace y cómo se hace, un aprendizaje continuo. Y muchos más valores menores, pero también importantes, como la escucha activa -no entrando en discusiones inútiles que son casi siempre provocadas por la prepotencia de los actores, que no escuchan lo que el otro dice-, como la humildad, nacida de la percepción directa de que todos aportan cosas y sorprendentemente importantes, etc.
Muchas estrategias alternativas para ser alternativa y transformar todo lo que no gusta a casi nadie.