¿Volver a empezar?

Tendremos que intentar volver a empezar … lo cual es lamentable, pero no queda más remedio, porque en esta especie de segunda restauración en la práctica que componen populares y socialistas -ni unos son populares, ni los otros tampoco socialistas- no hay salida dentro del modelo.

Son lo mismo unos que otros, hay poquísimas diferencias, y todos están donde tienen que estar, con los poderosos, son sólo siervos de un sistema capitalista empobrecido y que realmente nunca ha llegado a ser propiamente capitalista.

Es capitalismo empobrecido porque propiamente para llegar a capitalismo es preciso sin duda tener capital, pero el capital se forja a partir de generar o regenerar el capital mediante tecnología e innovación, y esto no ha ocurrido en este país, dónde sólo excepcionalmente algunos empresarios han sabido hacer su trabajo, es decir, innovar para acumular, como decía Schumpeter; mientras la mayoría sólo han estado a la oportunidad de acumular, sin aprender, sin saber transformar su propia realidad, dependiendo subordinadamente del capitalismo internacional, que seguía y sigue forjando rutas tecnológicas líderes. Aquí, como en la época de Unamuno, “que inventen ellos”.

Y si inventan ellos, nosotros no somos, es decir, los líderes económicos, los empresarios no son ni siquiera más que oportunistas o rentistas si no son capaces de hacerse con el timón, y el timón sin duda, la caña, la tiene la tecnología, capitalistas de segunda.

Miren el caso de Japón en los cincuenta-sesenta o de Corea del Sur de los noventa y principios del dos mil, o de China ahora: inventan, ya lo creo que inventan, se re-inventan constantemente, por eso son líderes mundiales. ¿Podría USA seguir siendo líder si no fuera por la tecnología derivada del complejo militar-industrial y de sus guerras, donde experimenta el material, y luego lo convierte en el mundo civil en negocios empresariales rentables? Claro que no. ¿Podría Japón ser uno de los grandes, si no fuera porque de la imitación ha pasado al liderazgo tecnológico? ¿Y Corea del Sur? ¿Y China?.

Las fuerzas productivas, es decir, el espacio que va desde la tecnología hasta la ciencia, son los agentes de la transformación continua y de la competencia en el sistema capitalista, son los agentes de la renovación interna, los que permiten que el capitalismo sea al menos mínimamente justificable, al menos en su dimensión de saber dotar de rentas a sus trabajadores en épocas de vacas gordas, que pueden ser casi todas, porque siendo líderes tecnológicos, casi siempre estamos en renovación y crecimiento. No me siento en absoluto identificado con el sistema capitalista que me parece injusto en profundidad y poco fiable en su dinámica, pero los países que han destacado en ese contexto, y son pocos, lo hacen bien, y se esfuerzan en derivar y generar tecnologías, a partir de saber aprender.

Tenemos que saber aprender, y aprender no es sólo saberse de memoria lo que le obligan a uno a examinar, sino crecer como personas, crecer en la búsqueda, crecer en el esfuerzo, crecer en la investigación, y saber por qué lo hacemos, dónde estamos y para qué y qué utilidades derivamos de ese esfuerzo.

Sin, sin duda, tenemos que re-inventarnos, volver a empezar, y eso es tan difícil.

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