(sigue)
Quinto, un elemental resumen
“Elemental, querido Watson” ¿os suena? Pues a eso vienen esos posts cortitos sobre innovación, aquello que es “elemental” (sic). Hasta ahora hemos visto cuatro cuestiones elementales, pero que sin embargo, se suelen dejar de lado en las organizaciones: análisis, proyecto, calidad, consciencia. Suma y sigue.
Sexto,
Calidad de la Comunicación
Hemos visto hasta ahora: sentido de lo real, análisis de necesidades, proyecto y calidad. Haciendo esto nuestra vida, nuestra organización, nuestra administración será una organización competente y avanzada, pero quedan tres niveles elementales que son los que dan la clave del paso hacia la innovación: comunicación, grupo y conocimiento.
Presentemos la primera:
Innovación = f ( Calidad de la Intercomunicación, ……. )
Calidad de Intercomunicación = Comunicación
Le llamamos Comunicación al estado de los procesos de intercomunicación, cooperativos y de trabajo en común. Lo que permite dar el salto a la innovación es intercomunicarse, interrelacionarse, intercambiar información, y partir de un supuesto que es básico: lo más importante es dar lo que tienes. Sólo a través de esa postura se consigue que todos se impliquen en los procesos de intercambio, y uno se enriquezca con los conocimientos y experiencias de los otros.
La calidad de la interacción entre personas y entre personas y grupos es decisiva en los procesos innovadores. Precisamente suele ser el punto más débil de las inversiones en I+D. No se cuida el elemento de interrelación, de interdependencia, de interacción entre los participantes y entre los grupos participantes.
Punto débil 1: los grupos de innovación no son innovadores, es decir, actúan de forma excesivamente jerárquica y reduciendo los grados de libertad de los integrantes del grupo, y concentrándola en el superior.
Punto débil 2: Los grupos de innovación se comunican mal con el exterior. No se abren, no analizan las necesidades de los otros, no saben “ver al cliente”, y en esa medida, pierden muchas energías en proyectos “falsos” que difícilmente van a tener acogida por los otros.
Séptimo,
La gran dimensión de la innovación es la cooperación y el grupo de trabajo está detrás de nuestras posibles actuaciones cooperativas. La mayoría de las veces, la cultura individualista occidental rechaza el grupo e impide su materialización. Es, por tanto, decisivo aprender a trabajar en grupo. Y dentro de la mejor tradición, el grupo de trabajo operativo es probablemente una de las mejores opciones.
Un punto central, después de la calidad de la comunicación, es: ¿cómo llegar a ella? La ruta más corta y más eficiente es aprender a trabajar en grupo, a cooperar, a participar en procesos grupales. Por tanto,
Comunicación = f ( Grupo de Trabajo, ….. )
El Grupo de Trabajo Operativo, en la revisión que he diseñado para ser asimilada en poco tiempo y con relativamente poco esfuerzo, sirve como referente. El grupo rota sus roles de grupo, observador y director. El grupo acentúa la importancia de la memoria-observador y en los valores básicos grupales: respeto, positividad, conciencia de límites y mejora continua.
El aprendizaje para trabajar en grupo se hace más decisivo si se tiene en cuenta que el grupo no es una suma de individuos, sino que es un paradigma diferente, y estamos acostumbrados al trabajo individual, y si lo hacemos bien, somos eficientes de esa forma, pero es una manera diferente de ver las cosas que el grupo. El grupo implica orientaciones estratégicas que no son asimilables mecánicamente, sino y sobre todo, experiencialmente, y a partir de esa experiencia, fijar la metodología imprescindible para la cooperación.
Octavo,
Siempre he tenido presente el conocimiento en mi modelo de innovación, pero ahora, si cabe, juega un papel más significativo. En la representación del modelo lo ubico en el centro de ese universo de variables que le rodean: cliente, calidad, comunicación, proyecto, estilo directivo y tecnología. El conocimiento es imprescindible para generar innovación, tanto en la ruta como en los referentes. La ruta de la innovación es una ruta de conocimiento, hacia el conocimiento, entendiendo éste como una aproximación sucesiva a verdades provisionales y renovables.
(Innovación- Aldebaran Innovation)
El conocimiento es referente de todas las variables clave. Sin generar conocimiento no llegamos al cliente y a sus necesidades que han de orientar nuestro impulso; sin él no podemos generar calidad, porque precisamos de pasos adecuados y etapas sucesivas; de él se deriva la necesidad de comunicarnos, de intercomunicarnos, de intercambiar conocimientos y experiencias, con objeto de desarrollar plataformas más interesantes, y así. No se puede dirigir sin un fundamento de conocimiento, tanto del mundo de las necesidades, como de todos los stakeholders y cómo no, de las propias fuerzas, de los trabajadores que nos acompañan. Por eso, el conocimiento es una guía y es un referente en los procesos innovadores. Se busca y se construye.
Final,
Ha sido un pequeño repaso, durante ocho breves notas sobre lo más significativo y que casi siempre se olvida sobre cómo llegar a procesos innovadores. La innovación es fácil, pero precisamente por ello, es compleja. Se puede repasar siguiendo el título de Innovación básica, del uno al ocho.