Un re-encuentro para no olvidar

Ayer, gracias a la colaboración de Gracia Coronado, siempre tan maravillosa, fue posible convocar a algunos de los miembros que pasaron por el Grupo de Colaboradores.

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Este Grupo trabajó en el proyecto de innovación educativa que yo lideraba desde 1985 hasta 2002 en que publicamos un libro con toda la experiencia: «Experiencias en grupo e innovación en la docencia universitaria» (Editorial Complutense, Madrid). Por el grupo han pasado probablemente más de cien profesionales, que eran invitados por su positiva participación en el desarrollo de una experiencia de innovación educativa que se montaba en mi asignatura y que se convertían en aprendices y maestros de la metodología que fuimos construyendo: la AHG, Aprender Haciendo en Grupo, durante muchos años, más de quince.

A todos los contactados, alrededor de unos quince o veinte, les gustó la iniciativa y al final -estamos en Madrid y todo es estresado y difícil- confluyeron en la reunión ocho de los integrantes de ese grupo. La mayoría eran del grupo original, del grupo fundador, que luego se fue modificando mucho. Es decir, tuvimos la oportunidad de re-encontrarnos antes del IV Encuentro y compartir experiencias de vida y de aprendizaje que hemos tenido en los últimos diez años desde 2002. Fue una reunión -para mí y creo que para todos- extraordinaria y muy emotiva -más de uno sacamos en algún momento nuestras lagrimitas contenidas- porque era muy importante reencontrarse y compartir lo que habíamos trabajado con tanta vocación, sin límites y ver lo que se había conseguido hasta hoy, que no es mucho, pero si es un poco.

Sergio, el más joven de los participantes acertó a hacernos una foto a los seis que quedamos después de la reunión para tomar una cerveza. Ese acierto lo ha continuado en su blog, cargando la foto y haciendo un comentario apasionado de la reunión. Gracias, Sergio. Como gracias a Omar, a Gracia -ya citada- con quienes me une una gran deuda de gratitud y de colaboración que siempre he recibido de ellos y siguen haciéndolo, a Maribel, a Rafael, a Mario, a Patricia y como no a Sergio. Pero también a todos los que no pudieron venir y que siempre han estado ayudando al proyecto de innovación educativa en que llevamos metidos desde hace más de 25 años. Ellos son la razón básica de la necesidad de transformación del estilo y modelo de aprendizaje, en un espacio más democrático, más horizontal, más participativo, más aplicado y práctico, más ¿aventurero» o de iniciativa, más humano y sobre todo, más grupal y social. Ellos son también una de las razones básicas de mi persistencia en este modelo y su mejora continua hacia formas que nos lleven hacia autopoiesis social, hacia mayor libertad y autonomía de los estudiantes y todos los que aprenden y hacia formatos de autoorganización y autodesarrollo de las personas, los grupos, los pueblos y las sociedades. Espero seguir teniendo energía para seguir adelante con este proyecto, y todavía me queda alguna. Gracias a todos y os espero en el IV Encuentro, donde vamos a empezar en serio a cambiar el mundo, o al menos, el punto estratégico de cambio de dicho mundo: el sistema de aprendizaje e innovación social.

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Un comentario en «Un re-encuentro para no olvidar»

  1. Resumiría el re-encuentro con el tema Don´t stop the music de los Brecker Brothers.

    Un día inolvidable, viendo el pedazo de centro del campo que tiene la Universidad y el mundo de la innovación en general, con Roberto, Omar y Gracia (los Messi, Xavi e Iniesta de la innovación en la docencia) y vaya equipo de colaboradores.

    En definitiva, que suerte tuve ayer de poder viajar, escuchar algo parecido al Om y aprender con este grupo.

    Gracias nuevamente Roberto, por ser el nexo y el líder natural y un brindis por todos vosotr@s… eso si, esta vez brindo con vino 😉

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