«La formación silvestre, natural, es la mejor de todas. No tiene normas y los jóvenes la ejecutan espontáneamente. Pero eso ha dejado de ser posible porque para que la formación natural se concrete hay que disponer de cinco horas diarias libres durante un periodo de cuatro a seis años. Hay continentes que siguen dando futbolistas porque se produce lo que hace falta: lugar, tiempo y amor por el juego» dice un gran entrenador, Marcelo Bielsa