«Gobernar es rectificar» Confucio
Saber rectificar es también saber aceptar el error y aprender de él. Por desgracia, los políticos o no saben o no quieren aceptar sus propios errores, y eso les lleva a que sigan demasiado en la misma posición y no aprendan de sus errores, rectifiquen y puedan hacer así un buen gobierno. Es tremenda la presión que se concentra en los políticos, en los dirigentes, para no cambiar de posición política o ideológica o alejarse de sus planteamientos iniciales. Si supieran, como sabemos los seres humanos, que eso hemos tenido que soportarlo una y mil veces en nuestra vida, no se mirarían tanto en el espejo del lago, y podrían superar así su narcisismo y «rectificar que es de sabios».