¡Llueve! en Madrid, claro, porque yo vivo aquí. Llueve y falta hacía. A ver si llueve más. Estábamos secos, secos y consecuentemente, más agresivos.
Siempre digo que la sequedad conduce a un cabreo interno que se materializa en discusiones y otras formas de comportamiento similares. La sequedad no sólo produce arrugas, sino que no permite más que plantar como mucho cereales y tener rebaños de ovejas o cabras. Eso, en parte, es lo que encontramos en los desiertos, y también en las zonas áridas, como es en general una buena parte de la meseta peninsular. Cereales y ovejas. Estos lugares son áridos por la latitud, pero también por la acción del ser humano que ha habitado en esas latitudes, que se ha cargado los árboles, normalmente pinos o encinas u otros de variedades resistentes a la poca humedad, para hacer sus guerras y demás ….. resultado, ahora la sequía, ya natural, se acentúa y según se acentúa la gente es más arisca, y hay que hacer un esfuerzo sobrehumano para educarse y reeducarse -cosa no siempre posible- para retomar la convivencia.
Más lluvia, eso es lo precisaríamos. Pero las previsiones a largo plazo no son esas. En el medio plazo, de dos a seis años tendremos más sequía, debido a que el ciclo solar está en ascenso, le toca subir en intensidad, y eso nos afecta de una u otra forma. En el corto, medio y largo plazo, está nuestra acción modificadora del clima que conlleva más sequedad en nuestro ambiente, previéndose que pasaremos a ser más antesala del desierto a lo largo de este siglo. Lugares de la peninsula, como Galicia o Asturias sufren una sequía cada vez más acentuada, y sus recursos para enfrentarla son muchos menos que aquellos sitios que han sido privilegiados con aguas procedentes de pantanos bien alejados de dónde luego se consumen. Se supone que en Galicia o Asturias «tiene que llover», y en consecuencia, la sequía se manifiesta más prontamente, porque no hay la misma previsión que en sitios dónde es más que probable que la lluvia sea poca.
Llueve y el aire se hace respirable, aunque húmedo, claro. Necesitamos, parece ser, más de un 70% de humedad en el ambiente. Si nos movemos, como ocurre en Madrid, casi siempre por debajo de esa cifra, la tensión se respira, somos más irascibles y hasta agresivos, más críticos. Nuestro cuerpo necesita agua, necesita humedad, como todo, y sin ella, nos agrietamos. También es cierto que si tenemos mucha, nos pudrimos. Por eso, tal vez sea tan recurrido decir que la gente del campo nunca está contenta: cuando llueve, porque ha llovido demasiado; y cuando no llueve, porque no ha llovido. Pero en nuestro equilibrio personal e interpersonal hay algo de todo eso ……
Llevábamos muchos meses sin llover, necesitábamos la lluvia, aún en la ciudad, dónde es un inconveniente, y se acentúan los atascos y los problemas. De la lluvia se beneficia todo el mundo, hasta los que siempre llegan tarde: pueden cambiar de razones para explicar porque no han llegado a la hora. En el fondo es una suerte, porque eso de que el transporte o los atascos, ya resulta poco aceptable. Sin embargo, no suele gustarnos la lluvia, excepto a mi hija Ana, que siempre ha gustado al menos de una proporción mayor de lluvia. Las nubes hacen gris el ambiente, lo convierten en oscuro, en pre-oscuro, en oscurecido, y podemos hasta sentirnos o tener propensión a ponernos más tristes.
La lluvia es melancólica, y a mi hasta me hace recordar a mi tierra. Hoy me ponía un impermeable para salir y me vino a la memoria cuando tenía que irme al colegio amparado por un gran paraguas, y dentro de los vientos cruzados por las manzanas de las calles, y evitando en lo posible mojarme y que el paraguas se diese la vuelta. Un recuerdo de hace tantos años ….. Me pregunto, ¡como es posible que pasen tan rápidamente! Ni siquiera nos damos cuenta y ya estamos cerca de la jubilación ….. bueno, al menos, que siga lloviendo unos días ….. o que llueva al menos, en este Madrid seco, dos días a la semana, mejoraría nuestro carácter y también evitaría que nos quedáramos secos y sin agua.
Sí, que llueva por favor, eran ya más de 2 meses sin llover de verdad. Dentro de poco tendremos que pagarnos vacaciones para ir a ver llover 🙂