En el fondo, somos una caja negra, una caja llena de sorpresas, hasta para nosotros mismos. Tener conciencia de lo que somos, e intentar recordar de vez en cuando lo que sería más correcto, nunca viene mal.
En el fondo, somos una caja negra, una caja llena de sorpresas, hasta para nosotros mismos. Tener conciencia de lo que somos, e intentar recordar de vez en cuando lo que sería más correcto, nunca viene mal.