Los críticos, que lo somos casi todos en determinados momentos, algunos de forma más que patológica, los críticos lo somos más cuanto más es necesario darnos a conocer, aunque explicitamente reconozcamos que no necesitamos hacerlo. Lo crítico tiene ciertas semejanzas con lo radical.
Recuerdo una vez en una tertulia que me manifesté con tal posición radical, que hasta yo mismo me asustaba internamente de lo que estaba expresando, pero seguía y encontraba razones para explicar una posición radical que no era muy sólida del todo, al menos en coherencia con mi forma de pensar, pero ….. casi no conocía a los contertulios, cuatro de ellos se mostraron desde el principio relativamente hostiles o al menos desinteresados por mis comentarios, y evidentemente, la posición en que ellos coincidían -incluido uno más que no se mostró hostíl hacia mí, antes de entrar en la crítica- era una postura que yo no podía aceptar, y que tal vez en otro caso, la hubiera dejado pasar -”entrar por un oído y salir por otro”-, pero que en esta confrontación con potenciales enemigos, no quedaba más remedio que postular unas tesis extremas, muy radicales, que “diesen un vuelco a la tertulia y se plantease una antítesis a lo dominante.
También es cierto que me gusta llevar la contraria. Antes más, pero ahora también. Y no me gustan los poderes, porque sí, ni tampoco los derivados. En definitiva, no me gusta y desconfío normalmente del poder, en todas sus formas, incluidas las que representaban los cinco contertulianos con quién compartía mesa. Es como aquél dicho de que la democracia no puede ser unánime y que alguién tiene que manifestar una discrepancia para sentirse que uno vive en democracia.
Interesante postura… y despersonalizante. Casi oriental. Desbloquear la inacción provocando la reacción hacia algo que te alarma incluso a tí.
Lo apunto en habilidades pendientes de adquirir. Un abrazo, Roberto.
Pienso que no tiene una resonancia universal, sino que es una forma de acción específica en la comunidad en que vivo ….. donde es tan difícil hacer el eco mejorado de los dichos. Gracias, Teodoro … te felicito las fiestas y ya sabes que te deseo lo mejor de lo mejor … a ver si algún día nos llamamos y echamos una parrafada.
Aquí entre nosotros, no soporto las tertulias ni los tertulianos …. y consiguientemente, nunca se me ocurre oirlas …. pero si por algún casual un día no tengo fuerzas para cambiar de canal, porque finalmente la mayoría está lleno de tertulianos-periodistas en su 95% que saben de todo, asombroso; bueno, pues si alguna vez me ocurre que los oigo, me siento desesperar en mmi interior y hablo en voz alta contra ellos ….. y eso que voy solo en mi coche.
Tengo que pasarme un día de estos por Madrid. A ver si te aviso con tiempo y puedo quedar contigo. Un abrazo, y felices fiestas.
Mi telefono es el 646 617 719. Por supuesto que me dará una gran alegría. Hablamos y quedamos. Un abrazo, Roberto