«El verdadero dolor, el que nos hace sufrir profundamente, hace a veces serio y constante hasta al hombre irreflexivo; incluso los pobres de espíritu se vuelven más inteligentes después de un gran dolor» (Dostoievski)
«El verdadero dolor, el que nos hace sufrir profundamente, hace a veces serio y constante hasta al hombre irreflexivo; incluso los pobres de espíritu se vuelven más inteligentes después de un gran dolor» (Dostoievski)
El dolor casi siempre en una dosis adecuada es bueno, y a veces hasta en dosis inadecuadas. Lo peor no es el dolor, sino la abundancia que nos evita el dolor de vivir …. y, desde luego, la inteligencia tiene mucho que ver con el dolor de todavía no saber … y sino fijarse en Sócrates … que sólo sabía que no sabía nada.
Hasta Vinicius de Morais decía eso de que «o samba» tenía que tener algo de «tristeza», sino «nom é um samba, nom»
Dice José Feliciano: «soy el eco de un dolor …. quiero olvidar …..»
Sin olvido, el dolor puede ser insoportable …. por eso hay que ser capaz de borrar la nostalgia de nuestros corazones …. y seguir. En realidad, sólo vivimos poco tiempo …. poco para lo que nos gustaría.