Madrid, sobre todo en etapas de anticiclón o de borrascas que no llegan a su microclima …. forja muchos malos humos, que respiramos los que aquí vivimos. Pero además, Madrid es una ciudad con humos, como ese que dice «de Madrid, al cielo», y no se entiende bien si no se dice con deje madrileño: «de madrí …….. al zielo», expresión difícil de representar con letras. Hace años me sorprendió la forma de decir I+D por la Comunidad de Madrid: madri+d , donde implícitamente se hace equivaler el «madrí» dicho con acento de aquí, con la I de Investigación …… Decían unos cantantes de pop que, sin embargo, «aquí no hay playa» …. y sin embargo, Madrid presumió durante muchos años de La Playa de Madrid …. que se imaginarán uds. que era un complejo de piscinas, pero donde era imposible ni siquiera acercarse a la orilla del Manzanares …..

Malos humos atmosféricos en buena parte del año, cosa que no es peor que en otros sitios, excepto tal vez en las épocas del pre-otoño, y alguna otra como las navidades, cuando se estabiliza el tiempo, se cubre todo, y «se nos bajan los humos» hasta nuestras narices …. a veces hay alarmas cuando nos acordamos de la contaminación de una ciudad congestionada por el tránsito de coches y de todo tipo de vehículos, calefacciones y todo eso, y menos mal que no hay vacas …. que según me dijo mi nieta, contaminan una enormidad.

Pero hay otros malos humos más preocupantes, los que tienen que ver con la exaltación de la chulería y de la grandiosidad de Madrid. El madrileño es muy chulito, y piensa que esta «es la capital», y yo diría: el centro del universo -en un cielo donde casi no distinguimos una estrella-. Los madrileños se escapan de Madrid en verano, todos los que pueden, y hasta muchos que no pueden, pero se escapan. Y hay una cultura de madrileños por muchas partes de España. Normalmente, la mayoría se va hacia el levante, que es donde se encuentran más a gusto, porque prolonga lo que es Madrid, en el sentido de que hay mucho sol, hay playa o casi, hay calamares fritos y paellas, el vino es pasable y allí se encuentran muchos que no se ven en todo el año viviendo en Madrid. Y de una forma más relajada que se encontrarían en Madrid, donde tendrían, seguro, muchísima prisa. En algunos sitios, de tan presentes que están en verano, se les ponen motes, no siempre bienintencionados como «comechinchos» o sencillamente, «madrileños» ……. yo mismo cuando voy en verano a mi tierra me dicen madrileño …. y aquí, gallego, cosas de la vida del emigrante que al final pierde orígenes y no gana nuevas raíces.

Lo cierto es que recorrer la Gran Vía y no verse más de una vez invadido por los empujones de otros paseantes o recorrientes …. es excepcional. Parece que el madrileño raramente se aparta, tal vez porque piense que no es «noble» hacerlo. Además, como en países resecos como éste …. no se rechaza tan fácilmente el contacto, los empujones con otra persona están a la orden del día. Ni uno ni otro se apartan de «su camino» y claro, acaban al menos rozándose, cuando no chocando fuertemente. Puedes pasear mil años por Londres y nunca te rozarás con nadie …. ni de casualidad … y si te rozas es porque tú no has hecho las cosas como ellos.

Los humos, malos humos de Madrid tienen que ver con la capitalidad y con el hecho de ser el «centro» del país y todo eso. Una cosa sintomática es la confusión en muchos de sus habitantes entre España y Madrid. Se producen muchos «lapsus lingue» sobre el tema ….. Madrid es España y España es Madrid ….. y parece que lo demás no son más que «provincianos» o alrededores o lugares donde veraneamos. En Madrid, los que vienen de fuera se les dice «de provincias», y a los extranjeros, «guiris». Se aprecia en el lenguaje una fuerte discriminación contra el que no es de aquí. Eso sólo puede representar un exceso de protagonismo y un orgullo desmedido y no necesariamente realista: unos malos humos. Luego sin embargo los madrileños se autoaprecian de tener una ciudad abierta a todos, y como me dijo una vez un día un alumno, al que le hablaba de otras culturas y la importancia que tenían para nuestra formación: «si vienen tantos de fuera a nuestro país, creo que 40 millones, será porque aquí se está mejor ….. pero mucho mejor ..» y se fue.

Una de las cosas que más sorprende de Madrid es lo poco que los madrileños conocen puntualmente su ciudad. Les preguntas por una calle o por un establecimiento o algo, y nunca o casi nunca saben, aún cuando eso esté en el mismo barrio. Ahora bien, si les preguntas por la noche donde se toman unos buenos cubatas ….. no es lo mismo. La sensación que tienes a veces es de que siendo de Madrid no son de Madrid, que siendo de Chamberí no son de Chamberí, porque no «les suena» ninguna calle. Y esa cuestión se traslada a un buen porcentaje de los taxistas que si los comparamos con los londinenses …. quedan en muy mal lugar. En mi ciudad de origen no sólo conocíamos las calles y todo lo que había, sino que acompañábamos a los de afuera a llegar a su destino, o al menos, les acercábamos a la dirección que buscaban ….. aquí hay mucha prisa para eso.

Tengo que reconocer que los «humos» que peor llevo de Madrid son los de los fumadores. Madrid es una rebelión contra las limitaciones de la ley del tabaco y desde su promulgación se produce una especie de guerra declarada de los fumadores en contra de todos. Fuman en todos los sitios, y nadie les llama la atención, o se lo permiten o no dicen nada, y si dices algo, te contestan mal y destempladamente. Entrar en un bar es casi un horror …. parece que uno se adentrase en un mundo oscuro … donde puede uno saborear y deleitarse con todo tipo de humos tabaqueros …. de los que se han pegado a paredes, techos y suelos, mesas y sillas, y de los que en ese momento siguen produciéndose. Salir de un establecimiento público es traspasar una barrera de fumadores que se han concentrado, como en manifestación, en las puertas del sitio; en fin, es desesperante ….. hasta hay profesores en mi facultad que fuman desaforadamente en sus despachos …. cosa no permitida, pero a ver quién les denuncia. Es muy triste el comportamiento y la pérdida de educación, que antes era más patente … pues cuando alguien iba a encender un cigarrillo, normalmente te preguntaba: ¿te molesta?, a lo que tú normalmente contestabas que no …… pero ahora todas las barreras se han roto y hay una guerra. La siñora Esperanza les «ha hecho el caldo gordo» a fumadores, establecimientos hoteleros y bares ….. y «se ha puesto de su parte», con lo que probablemente consiga votos y además, unos cuantos cánceres más, sobre todo, entre la clase más sufrida: los camareros de bares …. que sería mejor que fumasen todos …. porque los pobres ……..morirán cinco o diez años antes que los demás, seguro. Ser camarero es una profesión de riesgo, de mucho riesgo, casi como ser minero del carbón. Iba a un bar a desayunar …. donde había un camarero muy amable y que además hacía muy bien el cafetito de la mañana, hablábamos mucho de cosas diversas, de la noche a la mañana, dejé de verlo, pregunté y me dijeron que estaba en el hospital ….. murió con 50 años. No sé si fumaba, porque nunca lo ví, aunque aseguraría que no …. murió de cáncer de pulmón.

El chotis de Lara dice:

Cuando llegues a Madrid, chulona mía,

voy a hacerte Emperatriz de Lavapiés,

y alfombrarte con claveles la Gran Vía,

y a bañarte con vinillo de Jerez.

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