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«Cualquier camino es sólo tu camino y no es vergonzoso, ni para uno mismo ni para los demás, abandonarlo si así te lo dicta tu corazón… Observa detalladamente cada uno (de los caminos. Ponlos a prueba tantas veces como creas necesario. Luego pregúntate a ti mismo, y sólo a ti mismo, lo siguiente: «¿Tiene corazón este camino?» Si lo tiene, el camino es bueno; si no lo tiene, no sirve para nada»

Carlos Castaneda (Las Enseñanzas de Don Juan)

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6 comentarios en «Tu senda»

  1. Cuando se toma una decisión el corazón y lo que sentimos en nuestro interior es lo más importante. Por tanto, si el camino tiene corazón es fantástico, pero hay veces que la cabaza y la reflexión nos juega malas pasadas y se toma el camino equivocado….

  2. Nadie sabe propiamente «cual es su senda», aunque a veces le parece más clara …. y todo parece que fluye …. pero el camino se hace al andar y por caminos no siempre, o casi nunca trillados o caminados pero olvidados, y que casi siempre son distintos, y casi siempre «son los mismos» y casi siempre son aventuras y casi siempre pueden frustrar o hasta pueden calmar o acentuar la ansiedad o la avidez con la que miramos lo nuevo.

  3. Y …. no siempre el corazón organiza el camino, ni tampoco el camino que organiza el corazón es el mejor -?para que idealizar?- …. Aún aquellos que parecen tener las cosas claras, muchas veces se encuentran a sí mismos -y tal vez no confiesan publicamente- que la incertidumbre se ha apoderado de ellos. En cualquier caso, y para mí, y en eso coincido con Castaneda, no sólo el camino o la senda es incertidumbre y hay que abordarla, sino que vale la pena «organizar y concebir nuestra propia senda», aún sabiendo d elos peligros de avanzar y de recorrer y los muchos baches que, como carretera nueva -y no financiada por Europa-, puede tener sorpresivamente.

  4. Y … tendremos que seguir caminando …. !qué remedio nos queda!. La vida sigue, la vida cambia en nuestro entorno, nosotros cambiamos, aún a veces a nuestro pesar, y es difícil hacerse cargo de una situación dinãmica. Ya, a nivel personal, los ciclos de vida imponen nuevos ritmos y formas según los vamos recorriendo ….. en fin, sólo nos queda la voluntad y el conocimiento para abordar continuamente nuevas formas de sobrevivir, de vivir y de disfrutar, si eso llega a ser posible.

  5. Mi senda hasta aquí, mañana vuelvo a cumplir inexorablemente años, ha sido muy complicada. Hay personas -me dicen- que me envidian, hay otras que desprecian lo que he hecho muchas veces; yo mismo no me veo siempre, sino que muchas veces me gustaría tener oportunidad para renovar mi vida, o volver a vivirla, pero esas son sõlo cosas de nuestra imaginación y pensamiento y nuestra tendencia nostálgica, casi inevitable cuando se cumple mi edad; y no me veo siempre, porque sigo buscándome, en la seguridad de que nunca me encontraré, pero tal vez siga intentándolo …. porque mientras siga haciéndolo, estaré realmente vivo y podré construir nuevos proyectos y plataformas sobre las que mostrar mi identidad y mi deseo de encontrar una senda que acompañe los siguientes años de mi vida.

  6. Hoy tuve unos sueños muy vinculados con todo lo que estoy explicando y que curiosamente siguen expresando mi carácter rebelde.

    Esto coincide con que estoy releyendo la novela de Delibes «Cinco horas con Mario», donde yo interpreto la supuesta «inutilidad» de no ser como los demás, de «no seguir los pasos que los demás te piden» …. de su inutilidad desde un punto de vista práctico y por tanto, también económico -la queja de la protagonista de que su marido nunca había podido disponer ni de un seiscientos- …

    Mi sueño afirmaba mi identidad, mi posición -ya he dicho, no siempre clara y rotunda, sino dubitativa y renovada continuamente-, una posición que en el sueño querían arrebatarme en función de jerarquías o de «autoridades morales» establecidas, utilizando lo que siempre utilizan estas ideologías o dogmas dominantes, el error que han visto en tu comportamiento, que se convierte así en la palanca para convencerte de que hay que hacer lo que todos hacen, es decir, adaptarse a sus conveniencias ….. Me he levantado bien, porque aún en el sueño no cedía a las pretensiones del poder y mantenía mi dignidad y mi ser y mi forma de ver las cosas no sólo con entereza, sino finalmente con convencimiento del «tribunal» de puristas.

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