Hace unos meses, y despues de mas de cuarenta años, nos volvimos a encontrar Tito, acompañado de Isabel, su esposa, y yo en Betanzos, en un sitio especial, la famosa Casilla, la de las tortillas …. fue un encuentro extraordinariamente positivo, lleno de recuerdos, de nostalgia y tambien de presente y de futuro.

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Expresé en voz a Tito que tenía que escribir algo sobre lo que estábamos hablando, porque me di cuenta de que tenía mucha, pero mucha información, que a mi se me escapaba. Siempre fuimos personas complementarias, él más de detalles y yo más de ideas generales. Tal vez por eso nunca tuvimos un conflicto. La diversidad es algo que debíamos fomentar porque los permite evitar el enfrentamiento territorial. Lo cierto es que Tito me volvió a llamar hace unos días e hice coincidir mi visita a Galicia, con un encuentro que organizó él con otros grandes amigos de sucesivas etapas de mi infancia-adolescencia, amigos que hacia a veces mas de cuarenta años que no tenìamos ninguna relación, pero que nos encontramos como si nos estuviéramos viendo todos los dias, aunque con la emoción del reencuentro.

Por supuesto, a Tito le pareció estupendo escribir sobre la calle Vizcaya, y me anticipó por teléfono que habia escrito un librito de mas de cien páginas sobre sus recuerdos. Quedamos ayer todos en un pueblo cerca de Santiago, camino de La Estrada, pero que probablemente me perdería si tuviera que volver ….. en su casa …. donde actualmente disfruta de sus muchos hobbies … sobre todo, de coleccionista y otros muchos. Este Tito siempre fue alguien ordenado, sistemático, buscador al tiempo de nuevas experiencias, un personaje que ilustra bastante bien mi personalidad innovadora. O innovador o creativo o una mezcla de ambas, y siempre con un espiritu de encontrar algo nuevo, de superar retos, de aprender …. que siempre habia sido un poco ejemplo tambien para mi.

Acabo vinculado hasta profesionalmente con Fausto, que es una especie de San Pablo, cayendose del caballo camino de Antioquía ….. era un chico muy trasto, muy travieso, como se dice, tanto que descuidaba su parte tambien seria y trabajadora, que tenia escondida. Hasta que de pronto en un verano de sus catorce años …. cayó del guindo y cambió radicalmente su manera de ser y de actuar. De pronto, toda la energía que desplegaba en ser rápido, travieso, hiperactivo que diriamos ahora, se convirtió en un ejemplo de como ser un buen profesional. Ayer Fausto, y su esposa, vinieron al reencuentro. Hacia, creo, dos años que nos habíamos visto y él fué el que me prometió que le daría mi telefono a Tito. Fausto convivió conmigo en la infancia, de los tres a las ocho años …. nos complementábamos muy bien, porque éramos muy distintos, pero con cierto «lenguaje» común. Es un personaje, y junto con Tito han hecho una gran labor, primero, enseñando mates a todos … y hace ya tiempo montando un colegio con buen caché en Santiago. Él sigue metido «en lios», porque es como ha vivido siempre, buscando cosas nuevas en cada rincón. Tito, sin embargo, esta encantado con su jubilación y se dedica a sus aficiones y hobbies y también a nuevas aficiones.

También estaban Broz, Balta y Sarita, aunque el orden de conocimiento es al revés, primero Sarita, a los doce o trece años, hermana de Tito y encantadora, la chica guapa no sólo de la calle, sino del barrio y tal vez de la ciudad. Tenía cola … de admiradores …. y de enamorados. Sigue teniendo los mismos ojos azules y gestos muy parecidos a los que nos conquistaba cuando era jovencita. Cuando me marché a Madrid practicamente perdí su pista, hasta que murió mi padre, creo que en el 73, y por tanto, desde hace casi 40 años ….. ni idea de ella. Vino con su marido, que es un personaje que seguro que tiene muchísimo atractivo de hombre, pero que yo no conocía …. y me alegro de haberlo hecho.

Casi al mismo tiempo que Sarita, apareció en mi vida un tipo que, como diría mi padre, «es célebre», Balta, Baltasar …. Ha sido maravilloso volver a escucharlo, es el humor en gallego y de gallego …. dice las cosas de tal forma que casi siempre surge en uno la sonrisa, y muchas veces, la risa …. No lo veía desde que yo tenía 18 años y no lo conocía con el bigote espeso que ahora lleva. Tal vez si lo viera por la calle no lo reconocería. Ahora sí, porque es evidente que es el mismo físicamente que hace mas de cuarenta años. Me encantó encontrarme con él. Me hizo pensar en la época de amistad mas intensa, de los dieciseis a los dieciocho años, que compartíamos con otros dos chicos de la calle, uno de ellos Joselín que siempre se creía que se ligaba a todas las chicas. Tenía una frase que recuerdo haberle oído: «me miró, la conquisté», que expresaba que con su mirada era capaz de conquistar a una chica …. en fin, cosas de chavales.

A Broz, Toñito, lo conocía desde hacia muchos años, pero mi época mas intensa de relación con él fue probablemente a partir de los diecisiete años, cuando Tito se fue a Santiago y nos quedamos en Coruña y en la calle casi solitarios … Era muy alto, y a mi me lo parecía aun más …. desde mis 1,67, y debíamos hacer una pareja …. bastante curiosa. Nos llevábamos muy bien, yo creo que gracias a él, que es una persona encantadora, y muy ilustrada, ya en esa época, ademas, nos unía nuestro común amor nunca realizado con Sarita. Además, habíamos aprendido juntos a bailar el twist y el madison y hasta rock and roll en la terraza de su casa …. en una calle paralela a San Luis …. que nunca recordaré su nombre, pero aún existe. Hemos visto mucho cine juntos, hemos hablado muchísimo, visto partidos de futbol en el bar, y muchas cosas mas ….. También me ha encantado volver a encontrarlo.

Todo ha sido posible gracias a Tito y a su mujer, Isabel, que no tenía el gusto de conocer, y ahora ya he visto su forma de ser …. tremendamente social …. y ademas, tiene una cualidad que no es tan común en las mujeres, saber posar con paciencia al click de una cámara de fotos.

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7 comentarios en «Más recuerdos»

  1. Por cierto, de manera entiendo que provisional, mi amigo Tito ha puesto el siguiente titulo a su libro: «Recuerdos de la calle Vizcaya de los años 50 y 60» …. un gran intento, seguro que con su capacidad para aglutinar y otras aportaciones, se irá haciendo grande, como grandes fueron esos años para todos.

  2. El libro esta lleno de expresiones muy logradas …. como por ejemplo en el primer capitulo cuando habla de él y de su hermana y escribe: «Mi querida hermana …..es dos años más joven que yo y se quedó con toda la belleza que debiamos haber repartido entre los dos hermanos ….» El tono humilde del escrito hace resaltar mas si cabe la figura de Tito-José Luis …. vertiente que se recupera, con un tono que yo llamaría gallego, en casi todo el texto.

  3. Me senti muy contento de reencontrarme con todos ellos, y vivir una comida-sobremesa» que se pasó, como todas las cosas buenas, en un instante ….. cuando alguien a las ocho y media … miró el reloj, nadie nos creíamos que eran ya las ocho y media … de la tarde … Por cierto, una tarde preciosa …. con una temperatura excelente y un vientecito continuo que nos permitió disfrutar de la parra en toda su extensiòn.

  4. Fue difícil irnos y despedirnos ….. después de tantos años …. pero siempre hay despedidas … y también reencuentros, y quien sabe si ahora será más fácil reencontrarnos en el otoño o en el invierno próximos. Aunque siempre acabará ocurriendo, como tantas veces, que alguien tiene problemas y será difícil encontrarnos todos otra vez. Ha sido estupendo …

  5. Me ha animado este reencuentro y sobre todo, me ha hecho pensar que muchas veces soy demasiado exigente conmigo mismo, y eso me llega a paralizar por perfeccionismo o tal vez por vivir en un sitio como Madrid que está tan lejos del «calor» de mi tierra ….. o de la amistad auténtica, de esa, que cuenta Tito, que condujo a que cuando salí de Coruña hacia Madrid, muchos de ellos salieran de la estación de despedirme …. llorando, igual que probablemente, cosa que no puedo recordar, yo mismo en el tren ….. haría …. en ese comienzo de soledad que ha sido casi congénito con mi vida.

  6. Aunque sea muchos años después, a uno le gusta leer en el libro de Tito algo como esto:
    «Cuando Roberto marchó para Madrid, lo fuimos a despedir a la estacion del tren una buena representación de la calle, sobre siete u ocho, entre ellos mi hermana. Cuando el tren se fue alejando, el llanto fue alcanzando a todos los presentes y necesitamos un buen rato para aclarar la mirada y poder volver a a calle. Yo, en concreto, sentí con desasiego su marcha durante mucho tiempo» …. Es bonito recordar cuando se han tenido y se vuelven a recuperar los amigos ….. si, es bonito.

  7. Tus recuerdos son de gran sensibilidad, me han hecho pensar sobre la importancia de los hermanos del alma:
    Ya en el relato del Principito, en la literatura, el cine y las historietas se cuentan cientos de relatos de inseparables compañeros de aventura y su importancia en la vida posterior. Al principio, es cierto que nuestros amigos son los más cercanos, los vecinos del barrio, los compañeros del jardín. Pero a medida que vamos creciendo y se van estableciendo gustos, los amigos ya no se seleccionan fortuitamente, la similitud en las preferencias por cierto tipo de música,el deporte, influyen en la selección. No se busca a un amigo en especial, no obstante, esos primeros lazos amistosos, van a estar presentes en nuestros recuerdos. Yo a veces pienso en situaciones de mi infancia en las que ese lazo podía estar constituído por compartir largas horas sin hacer nada sentados en un bordillo de una acera y riendo.
    He encontrado esta cita sobre la amistad:

    Amistad nunca mudable por el tiempo o la distancia, no sujeta a la inconstancia del capricho o del azar, sino afecto siempre lleno de tiernísimo cariño, tan puro como el de un niño, tan inmenso como el mar.
    José Zorrilla y del Moral (1817-1893); poeta y dramaturgo romántico español.

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