«La creación de un ‘eurocaos» es un articulo de Paul Krugman que con maestría analiza la crisis economica en España y le da un sentido estructural al planteamiento. Acaba diciendo: «Es un panorama feo. Pero es importante entender la naturaleza del fatal fallo de Europa. Si, algunos Gobiernos han sido irresponsables, pero el problema básico ha sido el orgullo desmedido, la arrogante idea de que Europa podía hacer que funcionara una moneda única a pesar de los fuertes motivos que había para creer queno estaba preparada».

Totalmente de acuerdo. De pronto, todos nos vimos metidos en el euro como única y extraordinaria salida, cuando no habíamos avanzado nada en el proceso de integración política. Aspecto que todavia acentuamos, más que duplicando el número de paises -y el 90% de bajísimo nivel socio-económico- de la Unión, con lo que eso significaba de esfuerzo añadido para los otros, que ya tenían bastantes problemas, pero quisieron «tirar para adelante» y no darse cuenta de su arrogancia, como dice muy bien Krugman.

Y los países como el nuestro -me gusta esa comparación desigual de España con Florida, USA-, se han desbocado en una espiral inflacionista -no contada claramente por las estadísticas- que continuamente se negaba, que produjo muchos nuevos ricos, pero que no ayudó precisamente a aumentar nuestra competitividad en los mercados mundiales, cosa que ha redundado en una menor competencia de nuestros productos en términos de exportaciones, y un cada vez mayor interés por comprar fuera porque era mucho más barato que lo producido dentro. Acentuación del déficit comercial y de la balanza de pagos, porque los turistas -la mayoría de un nivel de medio a bajo- tampoco querían pagar los precios españoles, que se estaban poniendo por las nubes, y veíamos año tras año como el rendimiento por turista bajaba o se mantenía en niveles muy bajos.

Total, que algunos si se han beneficiado. Los del mundo de los constructores, los del mundo de los plásticos en la agricultura, los del mundo de los productos para consumir, los del mundo de los bares y restaurantes …. ya lo creo que ganaron muchísimo dinero, aún bajando sus costes de mano de obra -el domingo mismo me invitaron a un restaurante de primera fila, y todos los que nos sirvieron eran asiáticos, creo que filipinos-. El euro nos ha descentrado, porque los precios se han elevado mucho más de lo que dicen las estadísticas, y hubo que mantener los salarios, al menos de aquellos que tenían puestos de trabajo más remunerados y más fijos, que aumentaron sin duda su poder adquisitivo, mientras importábamos a raudales mano de obra extranjera, pagándole al nivel mas bajo, muchas veces ilegalmente y sin pagar seguridad social, y otras bajo un sistema de super-explotación que no hubieran aguantado los nativos.

El caso de España es peor, peor que el de la media europea, pero mucho peor. Ahora no podemos devaluar, porque en realidad, «hemos vivido en los últimos veinte años muy por encima de nuestras posibilidades», trasladando a los precios nuestra incompetencia, y forjando nuevos ricos por todas las esquinas. Hasta los camareros se han puesto las botas, con las sobre-propinas con las que les hemos acostumbrado, como dijo bien el anterior vicepresidente económico. Hoy dejar 10 céntimos de propina, igual a 16 pesetas de las de antes, en una consumición de un café, que no cuesta 40 pesetas o menos que costaba, y ahora cuesta como muy poco un euro = 166 pesetas; digo dejar 10 céntimos de propina es una miseria. Antes, en una consumición de equivalente, dejabas 10 pesetas y se creían que eras Onassis.

Todo se ha desbocado, todo se ha desencajado, y mucha gente ha ganado mucho dinero trasladando a los precios …. todo lo que podía, con el beneplácito de los diversos gobiernos, que como decía el de Aznar, si se paga eso por un piso es que lo vale, porque se siguen vendiendo. Chorradas de nuevos ricos, y mientras tanto, el país hundiéndose en su capacidad para hacer valer sus derechos reales, no los fantasiosos de algunos de sus gobernantes actuales. Nuestra «real valía» es bien poca. Y ya veremos que va a pasar, desde luego, que nadie espere que en 2010 a finales vamos a empezar a estar bien, sino que como dice bien Santiago Niño, también en El País de hoy, vamos a estar muchísimo peor, y sino … al tiempo.

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