Los 4×4 son, como todo producto, elegidos por determinados consumidores. Y el conjunto es muy invasivo y mete miedo a los que vamos en coches normales. Si es cierto que los conductores nos transformamos al subirnos a un coche, y cambiamos nuestras maneras de ser en el volante; en el caso, de los conductores de 4×4 parece que no se paran ante nada. Se ven ahi arriba, por encima de los demas, con unas ruedas mas anchas, preparados para traspasar casi cualquier obstaculo y asustan, si, asustan. Creo que en California los han limitado y de ahi nacio los coches estos intermedios como el RAV, pero es indudable que son un peligro evidente para todos los demas. Un contacto con uno de ellos puede ser fatal para un coche normal, porque su altura casi es semejante a la de un camion. Pero lo peor no es la configuracion del coche, sino la transformacion de los que van dentro conduciendolo. No todos, espero, pero muchos. Sin duda, se piensan los dueños de las calles y de las carreteras. Ayer, soporte esa tension varias veces en el camino de vuelta desde Galicia, pero ya entrando en mis calles, primero uno y despues otro, me encogieron el corazon al pasar a velocidades inadmisibles por mi lado, y por calles, donde habia pasos de peatones y cruces y ellos, tal cual, a mas de setenta u ochenta kilometros por hora. El coche hace a los conductores, los atrae y los convierte en unos cafres que actuan como si fueran los amos de todo y de todos. Y cada vez hay mas, supongo que todos quieren «defenderse» de los otros, y se suben a 4×4 cada vez mas potentes. Terrible. Nunca entrare en esa escalada autenticamente terrorista.
El colmo del 4×4 es el hummer, creo que se dice asi, ese monstruo hecho para la guerra, pero que se ha extendido entre los seguidores neocon como una mancha de aceite.
Siempre cuento una vez que iba en mi coche por calles de Los Angeles y aparecio de pronto detras mia un hummer. Estaba parado en un semaforo y tuve la sensacion de que iba a pasar por encima de mi y de mi coche. Se habia casi pegado a mi parte trasera …. y me estaba «imponiendo» su ley guerrera, como si quisiera que me asustara, cosa que consiguio. Cuando el semaforo se puso en verde, me aparte para dejar que pasara, hasta llevaba una banderita USA en una gran antena que destacaba en su carroceria.
Y os puedo asegurar que no soy de las personas que se intimidan facilmente en la carretera.
Es un producto que ha proliferado mucho mas que la gripe … esa que nos ha tenido preocupados desde el verano hasta hace poco. Supongo, porque me niego hasta a subirme a ese «pedestal» que los que van dentro deben sentirse casi «omnipotentes» dentro del cacharro. Desde luego, muchos se comportan como si lo fueran, y los demas fuesemos enanos.
Y aun a peor es cuando se van al campo y destrozan todo lo que encuentran a su paso. Es lamentable que les permitan, si no es por razones de trabajo, estropear los campos, desertizarlos con su peso y sus tracciones. Estoy seguro que debia de estar prohibido utilizarlos fuera de las carreteras.