El otro dia un documental en la dos me hizo recordar algo que muchas veces habia pensado, pero que nunca habia escrito sobre ello. El documental trataba de las emigraciones de los pajaros y como lo hacian, como se ponian en «formacion», como un ala delta y se iban turnando como si fueran ciclistas en un peloton, para conseguir que con el menor esfuerzo se consiguiera el mayor avance. Lo habia observado muchas veces, y tambien otras muchas se me habia venido a la mente las formas de caminar que vemos en la calle entre las personas.

Porque para mi es evidente que formamos una flecha cuando vamos con alguien de mayor rango o poder social, es decir, «cedemos» la punta de riesgo al poderoso, y nos situamos como un tercio de paso por detras del susodicho. Resulta muy curioso como se habla cuando se va a tomar un cafe y en el trio o cuarteto, el jefe va en el medio y por delante, y los otros se mantienen formando flecha y un poquito mas atrasados. Por supuesto, las miradas del jefe son hacia adelante -se supone que para no tropezar o para contrastar por donde se va o se quiere ir- mientras que los laterales, los subordinados, tienden a mirar al jefe …. algo asi como para «seguir su estela». Esto mismo se observa cuando se encuentran con otro grupo, y forman una especie de circulo. En cualquier caso, las miradas «hacen jefe» al que ya se siente jefe y viceversa.

En el mismo sentido, lo he comprobado con los grupos de amigas, de tres chicas, por ejemplo, las cuales normalmente «ceden» a la guapa el puesto central, y ellas, cuando se enganchan del brazo -cosa que no es tan rara-, se enganchan del brazo de la otra, por lo que realmente tienen que ir un poquito mas atras, porque es claro que no es lo mismo ir enganchados del brazo que a uno le pillen el brazo.

Eso mismo ocurre en las parejas, cuando «todavia» (sic) van agarradas, porque la tendencia con los años es a ir cada uno a su aire. Cuando van agarraditas …. pasa lo mismo, en una sociedad todavia mas machista de lo que quisieramos, la mujer «se agarra» del brazo del hombre, que de esta forma es «quien dirige» la pareja. Si hay niños pequeños, se les da por cada uno de los conyuges la mano … y normalmente aprenden a ir un poquito por detras, tambien teniendo en cuenta que normalmente tienen unos pasos mas pequeños. Creo que ahi mismo esta el aprendizaje. Finalmente, cuando veo una manada de patos emigrando hacia norte o sur …. segun les convenga ….. se me representa en la cabeza todas estas formas de jerarquia de los mundos micro y me hace sonreir.

No puedo evitar la sonrisa ironica al pensar que muchos de nuestros comportamientos aprendidos tienen formas analogas a las que nos ofrece la naturaleza. No es mala idea, es solo que me hace cierta gracia.

Entradas relacionadas

10 comentarios en «En flecha …..»

  1. Ah, y entiendo que si la pareja va al reves, es decir, es el hombre el que se agarra al brazo de la mujer, esta meridianamente la jerarquia. Lo que quiero decir, es que si nos agarramos dependemos, y si nos agarran, dependen de nosotros …. mas o menos.

  2. Tengo que reconocer que cuando puse los ejemplos de las parejas agarradas y de los trios de chicas tambien agarradas del brazo, estaba pensando en mi juventud …. y es posible que ahora las cosas hayan cambiado, aunque me parece que no mucho, porque es mucho mas facil ver grupos de mujeres juntas y las que he observado en multiples ocasiones cumplen casi literalmente lo que he observado. La jerarquia, igual que con los patos, es un grado …. aunque en el caso de los patos es menos institucional, porque el pato que «ha tirado de los otros» en cabeza, cede el puesto a otro, que es el que ahora tira, y que lo cedera a un tercero y asi …. que seran los que tiraran de la bandada. Mas democraticos los patos ……. las personas tienden a institucionalizar las relaciones y convertirlas en meras repeticiones formales.

  3. Si he sacado a Niemeyer no es porque si, sino por una asociacion de ideas: «flecha» y diseño de Brasilia, que tiene una forma de arco tensado …. donde la flecha se representa por esa avenida central que concluye en el palacio presidencial.

Responder a roberto carballo Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *