Otro índice más para decirnos lo mismo, que España va en la cola de la innovación. No sería preciso, sólo hay que mirar para darse cuenta de lo que nos importa. Y eso que se habla de un índice de innovación tecnológica, que si habláramos de un índice de innovación como la entendemos en este blog, todavía el puesto caería más. Porque puede ser cierto que la burocracia y el nivel de inversión nos llevan a una posición baja, pero lo peor no es eso, sino las trabas, límites e inhibiciones culturales que hacen que la eficiencia de un euro invertido en innovación tecnológica sea muy baja. Y todo porque no se atiende a la innovación de fondo, a la auténtica, a la que hace posible que los países hagan eficaces sus inversiones en I+D, es decir, de la que hablamos en este blog, la innovación social, la innovación a partir de personas y grupos, la innovación democratizada. El poder no entiende esto, porque le preocupa que la gente, la mayoría, piense, y por eso, prefiere contar con un conjunto de expertos y tecnólogos individualmente considerados, antes que provocar una dinamización de la sociedad hacia la innovación. Pero para eso tendríamos que considerar mucho mejor la importancia del sistema educativo, y como han dichos varios de mis alumnos recientemente en sus blogs, de la importancia de participar, de trabajar y respetar a los otros, de aprender a cooperar, de movilizar las mejores de nuestras energías hacia un futuro. Pero de eso no quieren ni hablar. Asentados como están en una pirámide bien inclinada, son incapaces de ver la importancia que tendría movilizar a mucha gente en un gran proyecto, porque temen perder sus puestos, dada su mediocridad.

«España ocupa el puesto 28 en el índice de capacidad innovadora (ICI), situándose por debajo de las tres repúblicas bálticas y tan sólo un puesto por encima de Chile, el primer país sudamericano. Así consta en el informe sobre Innovación para el desarrollo 2009-2010, elaborado por la European Business School, en el que justifica este puesto tan bajo por la excesiva burocracia y la baja inversión en I+D.

El informe también destaca como debilidades de España los bajos niveles de penetración de las nuevas tecnologías, la escasa eficiencia de la Administración pública y el escaso desarrollo de la universidad. El estudio destaca que España no tiene ninguna universidad entre las primeras cien instituciones de educación superior del mundo.

La economía más innovadora del mundo es Suecia, seguida de Finlandia, Estados Unidos, Suiza, Holanda y Singapur. En el caso de Suecia destaca la capacidad para armonizar un gobierno transparente y abierto, una protección social universal y unos altos niveles de productividad. «Igualmente impresionante es el marco de políticas públicas que ha permitido que el sector privado sueco se convierta en el principal motor de la innovación». Respecto a EE UU, resalta el marco regulatorio abierto, «lo que facilita la iniciación de los nuevos empresarios».

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19 comentarios en «Burocracia»

  1. No es un problema sólo de burocracia o de falta de inversiones, es un problema de enfoque. ¿Desde donde lo hacemos? Mala orientación, y eso que con otro enfoque sería factible dar un salto casi de gigante.

  2. Una razón de la ineficacia de las inversiones: no se sabe trabajar en equipo, o mejor, en grupo. Es más no se sabe muy bien ni lo que es una cosa u otra. Sólo indiividualismo y liderazgo natural, al natural, es decir, sin haber incorporado todos los muchos avances que se han hecho en el campo de los grupos en los últimos años. Ni siquiera se plantea uno trabajar en grupo, porque la gran mayoría sólo tiene una idea lejana de lo que es. Seguimos diciendo de forma machacona: Yo creo, en lugar, de We think so, pensamos.

  3. Utilizamos, por tanto, insistentemente la primera persona del singular, como modus operandi, es decir, individualismo a ultranza, y esto como máximo lleva a que un buen lider investigador pueda arrastrar a unos discípulos a seguirle. Igual que los hunos o que los sargentos en la guerra: «a por ellos, a por ellos». Lamentable.

  4. Siempre hay excepciones, pero sólo son excepciones …. aunque seguro que cualquiera que lea lo que yo escribo pensará que él es la excepción, lo cual daría que todos se comportan de forma distinta a como lo hacen. Pero una cosa es mirarse a uno mismo, y otra muy diferente que te vean desde afuera. No somos los mismos. A no ser, claro, que hayamos hecho un gran esfuerzo por conocernos, pero aún así, nos ven mejor desde afuera.

  5. Y el grupo es la antesala de la cooperación, del intercambio, del apoyo mutuo, de la asociación de ideas, de la creatividad y sin duda, de la innovación. Y si tienen alguna duda, miren por ejemplo, el papel de los círculos de calidad en la competitividad de japón.

  6. Yo creo que es un problema de miras. Cuando oyen hablar de innovación sólo piensan en ordenadores (como dijo ayer Carballo en clase) pero porque no se les ha sabido vender. A los políticos se les puede comprar pero sobre todo hay que vendérselo y nadie se los vende. No sé con qué Sº de estado hablarias, si Hernani o Martínez Alonso, pero a ninguno de los dos se lo han vendido.

  7. Un programa de investigación para la innovación consistiría en:
    1. Montar redes interprofesionales de investigadores (para líderes y para colaboradores), desarrollando proyectos interdisciplinarios.
    2. Desarrollar a partir de los proyectos los grupos de investigación
    3. Generar redes virtuales de interrelación y sobre todo, incentivarlas, motivarlas y mantenerlas en un proceso creciente.
    4. Generar espacios de encuentro anuales o bienales que permitan el intercambio de experiencias sobre cómo están trabajando y no tanto sobre lo que están investigando.

    Y en definitiva, espacios de intercambio, grupales, en red, pero siempre siguiendo una metodología como la que he desarrollado ad hoc para este tipo de espacios de innovación, y por supuesto, facilitando los procesos durante el proceso mismo.

    Por cierto, solo hablo del mundo de la investigación. Otro tema son el desarrollo de innovadores-investigadores …. o nuevos investigadores ….. que sería diferente.

  8. La paciencia para los políticos es una virtud poco presente. También para los empresarios, y también para otros grupos sociales. En definitiva, no es una virtud de nuestra sociedad …. donde como decía Keynes: a largo plazo, todos muertos.

  9. Si te escuchan, si te dan el tiempo suficiente para realmente escuchar …. si no quieren resultados inmediatos, si se conforman con que la productividad a corto plazo se duplique a y medio se multiplique por cuatro o cinco ….. igual se pueda hacer algo.

  10. En el blog deja muy claro el problema y los países que han encontrado soluciones, quizás sería conveniente explicar el marco de poíticas públicas suecas que les han llevado a tales éxitos para poder difundirlos e ir extendiendo esta exitosa forma de trabajo, en nuestra cultura.
    Muchas gracias.

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