Se prescinde en primer lugar de lo más importante, que es subyugado por lo urgente y los extrema (sic) necesidad. Cuando hay que reducir gastos, las partidas a las que te ataca, en primer lugar, son las vinculadas a la formación y a la estrategia. Después, se echa a la calle a la gente, y más tarde, se prescinden de todo aquello que «no es negocio». Pero lo primero es lo primero: los gastos en formación, que en casi todas las esferas se suelen seguir considerando como gastos, y no como inversión. No se invierte en formar, sino que se gasta. Y los gastos hay que reducirlos, ese es el pensamiento. Sin embargo, no se prescinde de las comidas -que son necesarias para el negocio- ni de las primas-bonus de los directivos, ni de las buenas instalaciones donde nos situamos …… Lo primero es lo primero, y lo primero a la hora de reducir gastos en «dejar de formarse», y aún dentro de esto, se prescinde primero de lo que podíamos considerar lujos (sic), como el inglés -si lo quieren, que se lo paguen- o los programas que hacíamos en el exterior de la institución, de tal forma, que ahora sólo vamos a hacer formación nosotros mismos a nosotros mismos.
El Gobierno parece que ha optado por algo así: la educación estancada, el I+D en baja. los programas de innovación, me lo comentaba ayer un responsable, desaparecidos en combate. Siempre es igual, siempre recortamos por lo que más necesitamos. Hay que tapar agujeros, y haciéndolo nos montamos unos nuevos agujeros de futuro, unos agujeros estratégicos que nos impedirán seguir el ritmo de la vida y del mundo.
Cambiar urgente por importante es una gran chorrada, pero es la chorrada que todas las instituciones y organizaciones hacen. Así son las cosas, si así os parece …. y si no os parece, que le vamos a hacer.
En las crisis-recesiones sólo existen los contables y los financieros. Los economistas de empresa se «hacen dueños» del negocio, y los miedos inundan a toda la organización. Lo primero es reducir gastos, y lo más fácil es dejar de hacer formación que siempre se ha considerado en nuestra cultura, algo un poco inútil o para inútiles -aquellos que todavía no saben lo que tienen que saber-.
Los «nuevos dueños» inundan a la organización de amenazas supuestas o reales, y todo el conjunto tiende a regresar, a dejar de pensar, a evitar la ruta de la vida, y a aislarse. La paranoia invade la organización. Y …. los primeros afectados son los programas novedosos o innovadores, la formación y actualización de conocimientos y los intercambios o espacios de interrelación. Todo se repliega en torno a lo urgente, y lo urgente es el negocio, mondo y lirondo.
Viene a ser similar a lo que ha ocurrido con los nuevos planes de estudio derivados del plan bolonia: los responsables se han refugiado en su materia, y han quitado aquellas materias menos afines y complementarias, y se han convertido en cuatro años de auténtica especialización, olvidándose que ese formato sólo conduce a formas limitadoras y encerradoras del conocimiento. Se reducen sus ámbitos a lo que estrictamente experto o especializado …. malas rutas para el aprendizaje, muy malas. También ha sido una emergencia: pasar de cinco a cuatro años, reducir, ¿cómo vamos a reducir? pues lo más fácil, nos olvidamos de los flecos. Pero sin embargo los flecos son los que realmente configuran un conjunto, una estructura, porque sin los flecos, casi no somos más que unos malos técnicos, con unas orejeras inmensas …… y ¿adonde vamos? …. no lo sé, pero yo diría que es un gran regreso.
Es cierto que no toda formación es realmente interesante y/o importante. A veces, está tan lejos de la realidad y de su aplicabilidad que no vale la pena perder el tiempo. Otras los formatos son tan tradicionales y aburridos que a los participantes les decepciona. Otras los profesores trabajan como «me pagan por esto», y no porque les gusta. Pero en cualquier caso, el aprendizaje es algo maravilloso siempre, aún en esos casos. Siempre hay algo en el aula, en lo que se dice o hasta en lo que uno piensa mientras se dicen otras cosas que hace que valga la pena situarse en un espacio formativo. Por supuesto, si ese espacio es más abierto, más participativo y grupal, más orientado estratégicamente hacia su aplicabilidad y buscando la practicidad de lo que se aprende …. será más gratificante y más productivo. Pero en todo caso, siempre o casi siempre vale la pena.
Es verdad también que la única forma de aprendizaje no se realiza en el aula, y el mejor aprendizaje es aquél que se vive, que se experimenta, que se consigue haciendo las cosas, pero eso no siempre es posible en las aulas. Pero si hoy existen muchos medios complementarios, entre ellos internet, que contribuyen decisivamente a nuestro aprender.
Ahora tenemos que ser más navegantes, más aventureros, más autosuficientes, más náufragos en un mundo lleno de información que hay que seleccionar, si los maestros y facilitadores se preocupan de fortalecernos metodológicamente, los resultados pueden ser muy agradables, porque es más posible la libertad en esos espacios abiertos y virtuales.
Por eso es tan importante crear tu propio blog-cuaderno de bitácora-memoria de aprendizajes ….. porque constituye un soporte de reflexión y autoreflexión y de aprendizaje escrito, de materialización del aprendizaje, y de referencia, que hasta puede ser un buen lugar para intercambiar experiencias y conocimientos. Y será nuestro para siempre. No es que yo incite el derecho de propiedad, pero este tipo de propiedad es identitaria y nos permite avanzar en aquellos que todos queremos: aprender, saber, conocer.
Y me dirán: ¿cómo es eso de que todos queremos aprender? Pues si, así es, y si un profesor no sabe eso mejor que lo deje, porque en sí estará ya el germen de la discriminación. Potencialmente esa afirmación es radicamente cierta. Por tanto, el profesor ha de hacerla brotar, ha de ayudar a que se haga real, y sinceramente, tampoco es tan difícil conseguirlo, porque parece que todo el mundo estamos deseando aprender, aunque muchas veces no hemos tenido las oportunidades o los profesores o maestros adecuados para tirarnos a la piscina del aprendizaje, sobre todo, del aprendizaje aplicado.
Pensar que todos quieren aprender es muy diferente a pensar que muy pocos quieren aprender, que suele ser el punto de partida o la posición real de muchos profesores y del sistema educativo, mucho más preocupado por el control que por el aprendizaje, mucho más preocupado por las evaluaciones que porla libertad de los participantes, mucho más preocupado por la burocracia que por la libertad.
Se suele decir que lo urgente aplaza lo importante y nunca mejor dicho. Claro que es la peor ruta de todas las posibles. Vivir en un corre-corre es porque no hacemos las cosas en su tiempo adecuado. Por ejemplo, perdemos el tiempo si cuando aprendemos algo, no lo reflejamos´lo más pronto posible allí donde hagamos nuestra memoria de aprendizajes. Y entonces, cuando nos acordamos que tenemos que hacerlo, han pasado dos, tres o cinco días y es mucho más difícil recordar y consolidar lo aprendido. Recomiendo que cuando se aprende algo que uno considere importante, se escriba sobre ello, se busque sobre el asunto y se empape uno mínimamente del tema. Eso evitará el olvido, y evitará también la pérdida del aprendizaje.
Si no hacemos así, ocurre que inmediatamente «me van a pedir algo que es urgente», y la urgencia olvidará lo importante, y me olvidaré de lo aprendido. Y …. siempre cuando uno tiene que consolidar un aprendizaje, aparece algo imprevisto, del tipo que sea. No es una maldición, es una realidad.
Acostumbrarnos a trabajar sobre lo importante, dedicarle tiempo a eso, nos permite incrementar nuestro rendimiento como personas, y lo que es más importante, estar en lo que hay que estar, es decir, en lo importante. Es cierto que a veces la urgencia puede ser tal que haga que dejemos a un lado lo importante, pero eso no tiene problema cuando estamos acostumbrados a seguir la línea de lo importante, porque fácilmente volveremos al camino principal.
Además, lo importante también es urgente, pero no es una urgencia inmediata, que acaba de ocurrir, sino que responde a una necesidad que ya tiene más tiempo, pero hay que proseguirla para seguir avanzando.
Es una pena ver como las personas se desgastan en las urgencias, porque como fácilmente se comprende, una urgencia implica gran cantidad de stress y de tensión, y hasta se producen más arrugas atendiendo a las mismas. Al final, casi siempre las urgencias no son tales, sólo responden a caprichos no pensados de aquellos que pueden requerirlos. Si se puede es mejor moderarlos, y si no se puede, es mejor «torearlos» y volver al camino principal. En todo caso, casi nunca son realmente importantes.
Por otra parte, la urgencia sirve para mantener una tensión innecesaria en los «subordinados». Alarmar innecesariamente, introducir el miedo en el cuerpo, lo cual permite en último extremo, renovar el poder de quién lo propone. Miedo y poder se llevan bien; libertad e importancia también se llevan bien, pero miedo y libertad se llevan muy mal (Eric Fromm: «El miedo a la libertad», libro imprescindible en la etapa adolescente o post-adolescente.
Hoy en mis clases he hablado de cosas muy importantes, como por ejemplo, la edición de Blasco Ibáñez de «Las Mil y una noches», libro imprescindible en una mesilla de noche. O la importancia de aprender haciendo …… y más si se hace en grupo. O la necesidad de motivarse a partir de lo que a uno le gusta. …. Cuestiones muchas de ellas de sentido común, pero es bueno recordar el sentido común, dado que como se suele decir, es el menos común de los sentidos; no tanto porque no sea común a todos, sino porque lo tienen/tenemos bien pocos.
Y …. cuando uno finalmente llega al sentido común …. es cuando empieza a aprender de verdad, y además, siente que se va liberando de las trabas sociales, de los muros académicos, sociales, burocráticos y políticos que dificultan nuestro aprendizaje.
Una cosa realmente importante, los idiomas:
Oscar Wilde también es importante:
Rimsky-Korsakov hizo una maravillosa composición sobre Sherezade:
Creo que estas citas de autores significativos dan muestra de lo importante que es el aprendizaje y la formación:
Aprendizaje no sólo exige escuchar y poner en práctica, sino también olvidar y después volver a recordar.» John Gray.
Dime y lo olvido, enséñame y lo recuerdo, involúcrame y lo aprendo.» Benjamin Franklin (1706-1790) Estadista y científico estadounidense.
«Con mis maestros he aprendido mucho; con mis colegas, más; con mis alumnos todavía más.» Proverbio hindú.
«Hay alguien tan inteligente que aprende de la experiencia de los demás.» Voltaire (1694-1778) Filósofo y escritor francés.
«Lo más importante que aprendí a hacer después de los cuarenta años fue a decir no cuando es no.» Gabriel García Márquez (1927-?) Escritor colombiano.
Gracias, Penélope, cualquiera de las frases daría lugar a una reflexión o varias, sin duda.
Oi, Li.Vc disse: Conhecer vem depois de penasr e antes de agir .Interessante..ne3o seria a mentalidade que temos (o que podemos chamar de conhecimento) que define como pensamos, a partir de pontos de vistas que refletem nosso interesse, posie7e3o social, temperamento, etc???Estaredamos sob a armadilha dos nosso (pre9) conceitos?E agimos, a partir do que filtramos?Ne3o estaredamos todos embebidos em um tipo de panela de conhecimentos introjetados que ne3o nos deixam ver coisas que outros veaem de outras panelas?Fiquei a me perguntar,grato pela visita,alguns alunos falaram que este3o trabalhando contigo,abrae7osNepf4.