La novela de Maurizio Maggiani «é finita». Me gustó que no acabase hasta compartir con otros que le habían ayudado su trabajo. Y ahí descubrí que el pére Foucauld no era el autor de algunas frases que he reproducido en textos anteriores, sino él mismo, tomãndose una libertad propia de autor.

«Encendí mi fuego y llegó la historia, salida de la oscuridad, de quién sabe dónde. Y durante todo el tiempo que he pasado escribiéndola, y fueron muchos meses, es como si me hubiera encontrado arriba, en el Gran Norte (de Jack London), a pocos palmos de la cara de un hombre desconocido, con aquella cara tan cerca como para habérseme convertido en familiar como la de un hermano. Fue una larga noche para honrar al desconocido y a mi misma vida, está todo aquí, detrás de mi y delante de vosotros»

Humano, sí, humano, cercano, como lo necesitamos para seguir viviendo, que alguien, aunque sea un desconocido, hable contigo, y tú con él, para evitar dormirnos y que el fuego se apague y «nos helemos» en esta noche eterna, ?o no es eterna?.

Entradas relacionadas

2 comentarios en «Viajero»

  1. Es cierto que en verano leemos más y más seguido -que es una de las cosas necesarias para «cogerle el punto a la lectura»- porque tenemos más tiempo, y podemos reflexionar más sobre lo que leemos. Es cierto, porque si esta novela la hubiera leido en pleno curso, leería quince o veinte minutos todos los días ….. al irme a la cama y no sé si le hubiera pillado todo lo que tiene.

  2. Lo malo de poder leer seguido, es que las cosas buenas se acaban pronto, demasiado pronto. Aunque esto siempre ocurre, cuando una novela te pilla, la acabas en un santiamén … y las otras te duran y te duran y te duran …. como las pilas esas del anuncio.

Responder a roberto carballo Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *