Desde que me hago comentarios, estoy más animado. Antes, sencillamente esperaba que los demás dijesen algo, ahora actúo como espejo y lo cierto es que lo paso mejor. Tampoco me ocupa demasiado tiempo, pero igual que ocurre en mis libros, las notas al pié, los comentarios, muchas veces matizan adecuadamente el texto y hasta le dan otra lozanía, a veces, no son más que ampliaciones, un poco pesadas. Pero si uno lo pasa bien, que más da si está bien o no está bien, si realmente no se afecta la libertad de los demás. Algunos lectores de mis libros me han felicitado por las notas a pié de página; a otros, les enfada, porque dicen que rompe el texto principal y les obliga a mirar lo que dicen, porque, una vez me dijeron, «la verdad es que son interesantes y no puedes perdértelas, pero por qué no las pones en el texto principal». Yo les explico mi técnica, que es una técnica de escritura, donde no preparo nada previamente, sino que me expongo a la improvisación. Encuentro algo de qué hablar o escribir, y me pongo a hablar o a escribir. Casi nunca corrijo lo escrito, solo alguna burrada gramatical que se me ha colado, si es que me doy cuenta de ello. Por eso, necesito introducir matices una vez escrito, porque respeto el conjunto de lo escrito casi sin tocar …. pero hay matices, complementos, conflictos, interrelaciones que no han sido mostradas en el texto principal. Cuando lo releo o alguien hace un comentario, entiendo que le faltaban cosas, y entonces, añado algo más sobre lo mismo o relacionado con ello. En realidad, mi pensamiento va por delante de mi competencia para escribir en el ordenador-máquina de escribir, y a veces me tengo que contentar con expresar alguna idea, pero no acabar de concretarla, dado que me he equivocado en una palabra y en esos momentos, «he perdido el hilo principal», pero en general tengo técnica mecanográfica suficiente para seguir mis pensamientos y mostrarlos sin cambios ….. solo luego alterados, complementados o suplementados por la vitamina del comentario o auto-comentario o nota a pié de página. Formas de hacer. Desde hace muchos años, sobre todo, desde finales de los ochenta, escribo así, tambien los libros. Y puedo hacer de una sentada unas cuarenta páginas …. casi sin respirar ….. claro aquí me controlo, pero aún así escribo más de la cuenta. Defecto de profesor, parece que siempre tiene uno que explicar algo de lo que dice, por si no queda claro.

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Un comentario en «Notas»

  1. Me encanta matizar mis propias aportaciones, matizarlas con otras lecturas o relecturas o ampliarlas con nuevas perspectivas. Como digo en el texto, lo vengo practicando desde hace mucho tiempo, y no me resulta posible dejar de hacerlo. La forma más sofisticada de hacerlo es hablar sobre un texto básico, buscando ejemplificarlo en diversas facetas. Esto lo hice en un artículo sobre grupos de trabajo que está publicado en mi libro: «Experiencias en grupo e innovación en la docencia universitaria» (2002, Editorial Complutense), en su anexo X. Procedía de un trabajo básico «Metodología y antecedentes del grupo de trabajo» que todavía hoy sigo utilizando en algunos momentos de los ciclos de innovación, y que fui complementando con mi experiencia en grandes empresas y en la univesidad, con dos columnas que precisamente van incidiendo sobre el texto básico y complementándolo con experiencias en ambas facetas. Al final, lo publiqué diez años después de escrito en ese libro, porque nadie, ninguna revista quería publicar a tres columnas lo que le proponía ….. después de intentarlo durante un tiempo, me convencí de que no se podía publicar a tres columnas ……

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