De 1998 a 2001 Santiago Guillén y yo trabajamos en un proyecto tremendamente motivador, que consistió en montar una Asociación para la Innovación, así se llamaba, que intentaba, entre otras cosas racionalizar lo que en ese momento era, sin duda, una locura, la emergencia de las start-ups internet en el mundo de los negocios y las oportunidades.

Leer más