«Análisis histórico-estructural del sector telefónico en España, 1924-1972» fue el titulo de mi tesis doctoral. La leí en 1975 y me la dirigió mi maestro José Luis Sampedro. Estaban en el tribunal: Xosé Manuel Beiras, Rafael Martínez Cortiña, Andres Suárez y no recuerdo el nombre del quinto catedrático, esta vez de Política Económica.
Un bonito tribunal para la época. A Beiras lo había conocido a finales de los sesenta, cuando se presentó a la cátedra de Estructura e Instituciones Económicas y en unos años, se convirtió en el líder de los «estructureros» que queríamos decir algo diferente. Recuerdo, y ya lo he contado, el viaje que hicimos Paco Alburquerque, Carlos Berzosa y yo, con acampadas en tienda incluidas, a verlo en su lugar de veraneo en Bueu. Rafael era mi primo, un gran hombre, una gran persona y un gran profesor, que me ayudó mucho a mí -y creo que a muchísimos más profesores o aspirantes- y al que siempre le estaré agradecido. A Suárez le conocía desde siempre, era una institución en la Escuela de Comercio de La Coruña, me llevaba unos años y por desgracia, ha fallecido hace cuatro años. Era sobre todo un gran hombre, una persona sensible, y un ejemplo para muchos. Siento haberme olvidado del quinto hombre. De Sampedro ya he dicho mucho en este blog, sólo lo dicho, me había dirigido la tesis y era mi maestro, la persona hacia la que orientaba mis planteamientos gnoseológicos y, sobre todo, metodológicos.
La lectura fue un acto lleno de calor e intenso. Todos los miembros del Tribunal hicieron una loa amplia del trabajo, por su originalidad y por sus aportaciones, algunas de ellas teóricas. Tan fue así, que Sampedro quiso al menos dar un toque crítico alternativo y curiosamente fue la persona que criticó, con conocimiento, el trabajo, aunque siempre en un tono adecuado al momento. No sólo era un trabajo empírico y científico, sino que acogía un planteamiento gnoseológico y metodológico altamente innovador. La tesis se termina en el tardo-franquismo. Se lee en esa misma época y no era normal el planteamiento marxiano-estructural que daba continente y contenido al trabajo, ni tampoco fue moneda corriente posteriormente.
En la Telefónica me prohibieron que la publicase, porque contenía una amplia interpretación de muchos de los momentos históricos más conflictivos de la empresa. Me dejaron presentarla, pero me impusieron la obligación de no publicarla o que la difusión fuese por petición expresa de los que la iban a consultar (yo en esa época «comía» básicamente de la Telefónica). Lo cierto es que no les gustó mucho mi tesis, y no me extraña, porque profundizaba en la posición estructural de la empresa, en sus desconsideraciones históricas y aún presentes.
Al final, la tesis ha sido muy consultada, se han hecho muchas diríamos «malas copias», sobre todo de su parte histórica, de la época de la Dictadura, a algunas de dichas tesis derivadas fui invitado como miembro del tribunal, y conocí en directo los trabajos. En otros casos, no fui invitado, pero también conocí parte de los trabajos o su totalidad. En definitiva, se utilizó para lo que se suele utilizar una tesis de estas características: para copiarla casi impunemente. El material utilizado era de primera mano, fuentes originales, y se había reconstruido desde series históricas, hasta marcos legislativos, desarrollos políticos y sociales, y movimientos sociales que se habían producido en ese período tan interesante de la historia.
No había practicamente ninguna documentación al respecto -todo tuvo que construirse a partir de los datos que se indagaron desde dentro de la empresa-. Sólo había un trabajo realmente malo de tipo jurídico sobre lo que llamaban: «legalidad de la adjudicación», trabajo basado en la defensa que hizo la empresa en la época de la II República en el Parlamento ante las acusaciones de ilegalidad con que había accedido al monopolio de la telefonía en España.
Sin embargo, sus tesis básicas no fueron bien comprendidas y no eran precisamente las históricas, sino estructurales, interpretaciones que nos llevaban más allá de la realidad visible, que nos permitían comprender lo que ocurría detrás de lo que se nos mostraba. Sobre todo en lo que hacía referencia a la dependencia económica y tecnológica -en sus variadas posibilidades- que en ese momento empezaba a estar de moda a partir de la CEPAL y el estructuralismo latinoamericano. El concepto de dependencia se profundizó de forma singular, y conozco algunas aportaciones que han remedado esos planteamientos posteriormente. Lo cual me alegra.
Total, que mi tesis doctoral sólo tuvo una luz parcial: por una parte, en la lectura por los ilustres catedráticos que lo pudieron hacer y que valoraron positivamente; por otra, y sólo, a través de un artículo que publiqué en Cuadernos de Información Comercial Española, en un número monográfico, el 10 del año 1979: «El Capital Extranjero y la Dictadura: la I.T.T. en España».
Alguna vez, aún estando en Telefónica, se me ocurrió la idea de publicarla, pero no tuve mucho consenso en la dirección y preferí dejarla como estaba, dado el trabajo que me llevaría ponerla al día. El trabajo se termina en 1972, por lo que hubiera sido necesario hacer una tesis doctoral nueva para actualizar el trabajo original. Desistí y no entra dentro de mis planes hacerlo alguna vez. Siempre me he sentido orgulloso de ese trabajo, porque me supuso no sólo aprender el oficio de investigador, sino y sobre todo, validar la importancia del trabajo primario de investigación y las posibilidades para interpretar la realidad de una manera estructural, es decir, profunda. De alguna manera, me afirmó en mis convicciones, que lo eran, pero luego ya no fueron convicciones, sino saberes.
Estimado profesor Roberto Carballo,
soy alumna asistente de Sistema Económico Mundial del curso 2008/09. Le he enviado un email a la dirección de la UCM, pero arriesgo de que sea un poco tarde porque no he podido ir a la facultad los dos últimos días, y por el «susto» de poder suspender la asignatura, me dirijo a usted por medio de otra herramienta en las comunicaciones. Espero que no le moleste, pero le aseguro que me he asustado mucho cuando una compañera me ha dicho que en mi nota pone «incidencias». Es por ello, que le solicitaría si es posible realizar una revisión para evaluar mi aprendizaje durante el curso, y ver en qué he fallado.
Ruego que me disculpe por escribirle aquí. Asimismo, aprovecho para ponerle mi email: cpdesus@hotmail.com y mi blog de su asignatura: nubilda.blogspot.com
Por último, he leído su comentario acerca de su tesis doctoral y, si me permite mi intromisión, creo valiosa su reflexión sobre el aprendizaje metódico, científico e innovador que usted aborda acerca de cómo realizó su tesis doctoral.
Un saludo,
Cristina Perales de Sus,
No tienes porque preocuparte. Has hecho un buen trabajo durante el curso. No puedo saber desde aquí cual es la incidencia, pero no es nada demasiado importante, tal vez sea tan solo que no identifico tu nombre con el blog y no puedo entonces ubicarlo junto con la calificación del trabajo en grupo. En todo caso, gracias por tu aportación.
Perdone que le vuelva a molestar, pero ¿qué día y a qué hora podría solucionar el tema de la incidencia? Gracias por haberme contestado tan rápido,
Un saludo,
Cristina Perales de Sus.
Por cierto, Cristina, es decir, Nubilda, ha construido un blog muy interesante, al menos para mi. Os paso la dirección, aunque si pincháis en su nombre en estos comentarios podéis igualmente acceder al mismo: http://nubilda.blogspot.com/