Dos preocupaciones predominan sobre todo en Global Economic Prospects 2009: que bancos y corporaciones de los países más opulentos dejen de realizar inversiones en el mundo desarrollado, ahogando cualquier posibilidad de crecimiento restante; y que el coste de los alimentos se eleve incómodamente, mientras el uso de tierras de labranza para aumentar la producción de biocombustibles tiene como resultado la disminución de la cantidad de alimentos disponibles para cientos de millones de personas.
A despecho de algunos párrafos sobre el repunte económico que parecen sacados de Pollyanna, el informe no se llama engaño cuando debate lo que significaría la caída en puertas casi segura de la inversión del Primer Mundo en los países del Tercer Mundo:
«Si los mercados crediticios no llegaran a responder a las contundentes intervenciones políticas que se han producido hasta ahora, las consecuencias podrían ser muy graves para los países en desarrollo. Ese escenario se vería caracterizado por…alteraciones y turbulencias de envergadura, entre las que no faltarían quiebras de bancos y crisis de la moneda en un amplio espectro de países en vías de desarrollo. Se haría inevitable un crecimiento bruscamente negativo en una serie de países en desarrollo y todas las demás consiguientes repercusiones, entre las que se encontraría el aumento de la pobreza y el desempleo».
En otoño de 2008, cuando se elaboró el informe, se consideró que eso sucedería en «el peor de los casos». Desde entonces, la situación ha empeorado radicalmente, mientras los analistas informan de la práctica congelación de la inversión a escala mundial. Lo que es igualmente preocupante, los países de reciente industrialización que dependen de la exportación de bienes manufacturados a países más ricos para buena parte de su renta nacional han advertido una caída de vértigo en las ventas, lo que ha ocasionado cierres de fábricas y despidos masivos.
El informe del Banco Mundial de 2008 contiene también datos inquietantes sobre la disponibilidad de alimentos en el futuro. Aunque insisten en que el planeta es capaz de producir suficiente comida para satisfacer las necesidades de la creciente población mundial, sus analistas manifestaban menos confianza en que estuviera disponible a precios que sean asequibles, sobre todo en cuanto empiecen a ascender nuevamente los precios de los hidrocarburos. Habiendo cada vez más extensiones de cultivo dedicadas a la producción de biocombustibles y perdiendo fuelle los esfuerzos por aumentar el rendimiento de las cosechas mediante el uso de las «semillas milagrosas», los analistas del Banco atemperaron su perspectiva por lo general esperanzada con una advertencia: «Si la demanda de cultivos ligados a los biocombustibles se vuelve mucho más intensa o fallan los resultados de la productividad, la futura provisión de alimentos puede resultar mucho más cara que en el pasado».
Combínense estas dos conclusiones del Banco Mundial -crecimiento económico cero en el mundo en desarrollo y precios de los alimentos en alza- y tendríamos la perfecta receta de inexorables tensiones y violencias civiles. Los estallidos que hemos contemplado en 2008 y principios de 2009 no serían entonces más que un mero anticipo de un sombrío futuro en el que, en una semana cualquiera, podrían desarrollarse revueltas y disturbios en toda una serie de ciudades que acabaran extendiéndose como múltiples focos de un incendio en medio de la sequía.
Un planeta en el alero: ¿podrán contenerse los virulentos brotes epidémicos de la economía?
Michael T. Klare
Resulta curioso que uno se da un respiro a si mismo, y se dice: me voy a descansar con mis hijas y nietos a Galicia ….. y en principio, todo está bien y parece más que atractivo, pero luego, uno regresa y no sé si a mi me sienta siempre mal volver al Este, pero desde el sábado por la noche no me encuentro tan bien como lo estaba hace diez días antes de irme a Galicia. Lo cierto es que estuve muy bien todo el tiempo; y todo fué agradable, pero ya digo: es como si hubiera perdido el ritmo, porque está claro que en esa estancia hice más bien poco, además de jugar y compartir con nietos e hijos.
Entonces, he vuelto «como preocupado». No es que lo esté, pero lo estoy. De pronto, me he dado cuenta de que tengo que hacer un gran esfuerzo para adelgazar, y que tengo que ir a médicos variados, y que tengo que tomarme las medicinas, y que tengo que atender los compromisos, y que tengo que dar clases, y que tengo que preparar documentos, y ya digo, de pronto, todo se hace más negro, menos interesante, y eso que según he llegado me he encontrado con una propuesta de trabajo que me apetece …. pero ya digo, son estados de ánimo. Igual es que la luna mora afecta. Por cierto, que luna mora maravillosa pude ver estando en el sur de galicia ….. encima del mar ….. en una noche sin nubes …. poco después del atardecer. Lo dicho: preciosa.
Los del Foro Económico están muy preocupados, porque sus apoyos se están diluyendo, y sobre todo el sector bancario, que pasa por una de las peores épocas desde nunca; casi desde su nacimiento. A los Gordon Brown y a los Obama no les va a quedar más remedio que controlar los bancos en problemas, que son muchos; y controlarlos significa nacionalizarlos, al menos durante un tiempo, hasta que se recompongan. Y eso les rompe los principios, les rompe el sistema, les ataca lo básico: nacionalizar es una palabra que los neoliberales creían olvidada, y ellos mismos han cavado su propia tumba, siendo mucho más ambiciosos y Tios Gilitos de lo que convenía. Ahora han de pagar sus responsabilidades, y en realidad, tendrían que ser quebrados o nacionalizados, porque sus errores han sido mayúsculos y además, intentando engañar a mucha gente. Y nos han llevado entre todos a una situación muy difícil.
De los aumentos de los alimentos hemos dejado de hablar, pero no por ello serán menos importantes en los próximos años. A los que necesitamos comer, nos ha salido una fuerte competencia con los biocombustibles y otras formas de uso de los alimentos, que provocan una escasez importante relativa de los mismos en los mercados, y que lleva a que sus precios estén como tensados al alza. Es como si estuvieran esperando …. a que sea la ocasión, porque ahora la demanda está debilitada, pero aún así …. se desbocarán en cuanto se den las condiciones. Porque en términos estructurales, existen todas las condiciones para ello. El fantasma de Malthus vuelve a inundar la escena socio-económica.
Lo mismo pasa con las materias primas, de las que el petroleo es la materia prima por excelencia. Los productores harán todo loq ue puedan para controlar la oferta y elevar los precios. Hay muchos compromisos económicos ya adquiridos y financiaciones ya pensadas, que se ven frustradas parcialmente por los precios actuales, cuando ya se habían acostumbrado a cobrar tres veces más que ahora mismo. El petroleo, sin duda, tenderá a subir a medio plazo, y también a corto, a pesar de que la crisis ha reducido la demanda de derivados del mismo, pero aún así, los precios son una amenaza, sobre todo para aquellos países que no tienen fuentes estables de energía.
Las energías renovables son un tema a largo plazo, y todavía tienen que hacerse más rentables, que lo son poco. Y de nuevo, la energía nuclear está en alza, con Francia como principal suministrador. Son los únicos que tienen un programa nuclear que se ha mantenido desde que empezaron. Y ahora venden sus conquistas en este campo, y su estrategia exitosa. La sociedad no quiere el peligro que eso supone, pero al final tendrá que claudicar si el petroleo se va para arriba en precio y escasez.