Me escribe una alumna Erasmus, un alumno del anterior cuatrimestre. Me lo manda a mi e-mail.

«Estas son las palabras que escribí el primer día de clase:

Es un poco difícil imaginar a los profesores disfrazados de heladeros, pero si la universidad fuera una heladería qué sabor nos gustaría mas?
Nosotros en realidad pediríamos una mezcla de todo, porque lo que nos encanta en la universidad es la posibilidad de aprender en un ambiente heterogéneo: el enfrentamiento entre ideologías diferentes, el hecho de conocer nuevas personas y trabajar con ellas, el contacto con gente y culturas de todo tipo gracias a los programas de intercambio dentro y fuera de Europa.
Pero esas diferencias no servirían para nada si no tuviésemos la libertad de aprovechar de esa interacción sin presiones ni compromisos. Entonces para definir una experiencia universitaria digna de tal nombre podríamos acunar un nuevo lema: heterogeneidad, autonomía, interacción.
De todas formas queda claro que si en nuestra heladería los frigoríficos no funcionaran bien, más que helados comeríamos a lo mejor batidos y no es exactamente lo mismo. Igual que estudiar casi bajo el riesgo de hipotermia en una universidad con una pésima calefacción o hacer colas infinitas para las fotocopiadoras o las impresoras. Los recursos materiales que están a disposición de los estudiantes no son adecuados pero es verdad que tampoco hay una integración dentro del cuerpo estudiantil que permita organizar propuestas y llevar a cabo los problemas. Hace falta mas participación en la vida universitaria, espacios y tiempos para juntarnos y sobretodo una verdadera comunicación con los «heladeros».
Resumiendo: tenemos un cáhier de doléance y tenemos un lema…hay posibilidad para una revolución?
Bueno, esta seguro que necesitamos un cambio.

Y esto es lo que escribo ahora que el curso de Sistema Económico Mundial ya se acabó:

El cambio que necesitábamos le he visto. En clase hubo para mí una verdadera comunicación, tanto entre los estudiantes como con nuestro Profesor que ha sido capaz de gran empatía y lucidez en su trabajo. Nada de frio por parte de este «heladero» sabio: todo calor humano y deseo de transmitir conocimiento! Estos para mi son conceptos de importancia esencial en el aprendizaje, exactamente como lo de trabajar en un ambiente heterogéneo cual ha sido efectivamente nuestra clase, tan rica de gente diferente. Y también hemos tenido un alto grado de autonomía en nuestro trabajo, así como mucha libertad de expresar nuestra personalidad.

Entonces el lema que inventé al principio en mi opinión ha sido cumplido en toda su rotundidad por parte de tod@s. De verdad hubo todo lo que pedimos el primer día de clase y aun más: hubo ORIGINALIDAD. Nunca olvidaré las clases de Música y Realidad Social, nunca olvidaré las caras de mis amigos y colegas en Italia cuando les conté de la clase de la Rosa de los Vientos con el profe que iba conectando las noticias en la pizarra…juro que están pensando todos en irse a Madrid como yo!

Dijo Nietzsche que la ventaja de la mala memoria es que disfrutamos varias veces de las mismas cosas buenas…yo espero poder igualmente disfrutar en futuro de algo optimo como este curso, lo espero de verdad! Porque no hay posibilidad de que pueda tener mala memoria: ha sido una experiencia inolvidable.

Simplemente GRACIAS.

Nicol Dea lando

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