«Continuos colapsos en el desvio de la A-6 ….» en la entrada a Galicia por Piedrafita. ¿A que parece un cuento de los años franquistas?. Pues otra vez -¡qué bien!- Galicia está incomunicada y estamos en pleno tercer milenio. No importa que las elecciones autonómicas sean el domingo, no importa que se hayan hecho entradas por el norte y por el sur, para acceder a Lugo y Coruña y a Orense, Vigo, Pontevedra y Santiago. Da lo mismo. Otra vez lo de siempre. No me parece posible que ocurra en otra geografía peninsular, sólo en los accesos a Galicia. ¿Será por eso que los árabes no quisieron adentrarse demasiado en territorio gallego? o ¿que los romanos no pasaron de fundar alguna que otra ciudad y comer lampréa? o ¿que el tal Carlomagno imaginó una ruta francesa para conquistar Galicia y se olvidó que el camino no terminaba en Santiago, sino en Finisterre? ….. Será lo que sea, pero Galicia otra vez medio incomunicada.
Y sin embargo, no es para sufrir, sino para disfrutar del aislamiento. Así vendrán menos de afuera a romper, si cabe más, el paisaje. Tiene sus ventajas.
La incomunicación física no es un grave problema en nuestros tiempos. Antes desconocíamos a los demás, y tal vez por eso y en el afán de conocerlos, nos íbamos de emigración. Y en la emigración, descubríamos nuevos mundos, nuevas gentes, otras maneras de ser, aprendíamos y luego, tal vez cuando arreglen la A-6 volverán a enseñar a los de adentro que tal van las cosas por afuera.
Aunque no me dirán que no es para indignarse que todavía hoy, a 2009 sigamos así, con autovías que se han hecho tan mal que no han contemplado que las montañas se derrumban si están penetradas por aguas freáticas y que vale la pena hacer la obra a la primera, porque casi siempre bien diseñada sale más barata, que tener que estar continuamente reparándola, pero …. ya se sabe, somos Galicia, y este es el finisterre, nunca mejor dicho, del mundo y de Europa.
Por cierto, llevo casi una semana por aquí y no ha llovido ni una gota, para que luego los telediarios de las cadenas nacionales pongan una nube permanente y unas gotazas de lluvia que para ellos siempre caen en esta tierra, en la que seguimos disfrutando de buen tiempo y de sol y primavera. Excelente el tiempo, a ver si se enteran por las mesetas castellanas.
Según iba escribiendo, y como había puesto primero el titular de la entrada, dudaba si era el más adecuado. No sabía si había que quejarse por el desamparo o alegrarse por poder ser como queremos ser. Más lejos, menos malas influencias, menos educación de los que mandan, y más posibilidades de que se busque el aprendizaje que se precisa, el que interesa, y no el que nos puedan imponer.
Educar es siempre alienante, aún educar libremente produce alienación. Si además, ésta viene focalizada desde esos aires bolognistas que nos impregnan …. mejor estar algo más lejos.
Pero educar es también tener sentido de las cosas, tener horizontes, saber adonde se quiere ir -para que el viento no nos arrastre, sino nos lleve allí donde hemos decidido-, saber como llegar y con qué recursos, ….. y por tanto, educar también puede ser un camino de libertad.
Todo pueblo necesita un cierto grado de autodeterminación. Como ésta es una palabra que desprecian, odian y no comprenden los que siempre han tenido el poder, es mejor quedarse aislados …. espero que la montaña de Piedrafita resista las embestidas del poder y siga «aislándonos» del resto del mundo por tierra. Por mar las cosas son bien distintas.