Lao Tsé siempre sorprende con sentido común. La falta de elasticidad ante la vida reduce nuestras potencialidades. Nos hace rígidos y reduce ostensiblemente nuestras capacidades reflexivas. Nos metemos en nosotros mismos, actuamos dentro del dogma, con dogmas y sin autocrítica. Ser flexible está bien, pero no tanto que acabes «lamiendo» los pies en el suelo de aquél con el que tratas. Ni flexibilidad ni rigidez totales, sino una flexibilidad que nos permita soportar los temporales de la vida, conviviendo con sus vientos.
Un ejemplo, el sistema económico capitalista. Según avanza, su tecnificación es mayor, en términos marxianos, la composición orgánica del capital aumenta. Y ese aumento, reduce la elasticidad del sistema, porque en vez de depender de la fuerza de trabajo, depende cada vez más de máquinas y robots que producen más, pero que son menos adaptables a las circunstancias. Hoy, el sistema está ya muy rígido. Es por eso que tiene problemas, porque aún utilizando toda la mano de obra disponible, que es mucha más de la que puede emplear, puede reducir su rigidez. Y según aumenta la rigidez de lo tecnológico en los sistemas productivos, los dirigentes, los directivos, los empresarios también se hacen más jerárquicos y autoritarios, porque una cosa conlleva la otra. Es como si tuvieran más poder relativo, y ese poder acaba produciendo más explotación en aquellos que precisamente son los que podían «salvar» al sistema, con su capacidad para hacer cosas alternativas, por su flexibilidad. Sin embargo, el sistema sólo piensa en aumentar la flexibilidad, reduciendo los medios de vida. Esto es lo que pasa. ¿A qué es paradójico? Pues si, una contradicción más, para añadir a la lista.
Roberto: ¿que significa: «la composición orgánica del capital aumenta»? ¿Qué es lo que los economistas llamáis «orgánico» en la composición del capital (y cual sería por oposición lo «inorgánico»)?
La composición orgánica del capital, es una medida del grado de tecnificación de la economía-sociedad. Se expresa mediante una relación entre el capital constante como numerador y el sumatorio de constante y variable como denominador. Tiene que ver con la teoría de la plusvalía. Ahora bien, no es un tema de «economistas», más bien de marxianos o marxistas. Sinceramente nunca me había planteado porqué Marx le denomina orgánica, pero supongo que es una cuestión funcional de los distintos tipos de capital. Como no lo he leído, ni conozco suficientemente el alemán tampoco puedo responder con seguridad que haya sido bien traducido, aunque espero que si.