Es una palabra que se utiliza poco en los círculos científicos y, sin embargo, es tan importante. El amor es con alguien, aunque sea abstracto, por ejemplo, la humanidad o el mundo o una persona. El amor es una idealización, y como tal tiene sus grandes peligros, acabamos creyéndonos que las cosas son como nos parece que son, y eso nos hace perder el sentido de lo real, y al final, puede haber catástrofes por falta de correspondencia. Se idealiza a personas y se idealiza a principios, a proyectos, a cosas que no podemos conocer por medios humanos, se idealizan las naciones y los pueblos, ……. Y todo es amor. Sin duda, es mejor luchar por algo, darlo todo, que no estar pasivo.
El amor exige pasión, conlleva pasión. Y sus diversas formas, que son más de las que nos imaginamos. Cuando sentimos esa pasión en nuestro interior estamos como más acelerados, pero la vida nos parece de color de rosa, y nos atrevemos a muchas más cosas. Somos más atrevidos, tal vez hasta más inteligentes, o mostramos más nuestra inteligencia; somos más emprendedores; somos más lo que nos gustaría ser siempre. Enamorarse de un proyecto o de un colectivo o de una persona es un acto de desprendimiento, y al tiempo, es como estar al borde del precipicio: te puedes dar el tortazo en cualquier momento. Pero la gente que lo vive, dice que merece la pena, y quiere repetir. Lo cierto es que el amor nos llena de energía, sobre todo, porque lo daríamos todo por aquello por lo que estamos enamorados. Y esa actitud siempre nos llena de energía, de fuerza, de ganas, de voluntad, porque como bien dice Ernesto Sábato, «comprendemos que es el otro el que siempre nos salva».
La mayoría de los amores son incomprendidos, no correspondidos, y son frustraciones que cargamos con ellas durante nuestras vidas. Nos fastidia que dándolo todo por el otro, salgamos tan mal parados. Nos decimos: «no hay derecho» a lo que me ocurre. «No es justo, yo que quería …… » y no encuentro respuesta. Pero aún así los amores no correspondidos no son nada si uno puede volver a enamorarse. Lo dice también Sábato: «Y si hemos llegado a a edad que tenemos es porque otros nos han ido salvando la vida, incesantemente ….» («La resistencia», ensayo publicado por Seix Barral que recomiendo especialmente por su sentimiento y profundidad de análisis).
Me han gustado tus reflexiones sobre el amor. Es bueno recordar que todos somos vulnerables.
Te amo…
…es la mejor frase,no crees?
No podian faltar en estas reflexiones los poetas que cantan al amor:
Amor (Pablo Neruda)
Mujer, yo hubiera sido tu hijo, por beberte
la leche de los senos como de un manantial,
por mirarte y sentirte a mi lado y tenerte
en la risa de oro y la voz de cristal.
Por sentirte en mis venas como Dios en los ríos
y adorarte en los tristes huesos de polvo y cal,
porque tu ser pasara sin pena al lado mío
y saliera en la estrofa -limpio de todo mal-.
Cómo sabría amarte, mujer, cómo sabría
amarte, amarte como nadie supo jamás!
Morir y todavía
amarte más.
Y todavía
amarte más
y más.
Contigo (Luis Cernuda)
¿Mi tierra?
Mi tierra eres tú.
¿Mi gente?
Mi gente eres tú.
El destierro y la muerte
para mi están adonde
no estés tú.
¿Y mi vida?
Dime, mi vida,
¿qué es, si no eres tú?
Siguiendo tus pasos sobre las reflexiones del amor incluyo alguna más sobre al amor y el desamor:
Todos alguna vez hemos amado y a veces sin ser correspondidos, pero siempre está en nosotros entregar lo mejor de uno mismo cada día, cada instante, cada segundo.
En muchas momentos no sabemos como sacar lo que sentimos en el corazón, ya que en ocasiones queremos gritarlo, exclamarlo, pero no podemos, no tenemos el varlor de hacerlo, y en otros casos las circunstancias no nos lo permiten, simplificamos tomando un láspiz, una hoja de papel y escribiendo cada pensamiento que va dirigido a esa persona tan especial, de ese modo nos resulta mas sencillo compartir esos momentos tan íntimos. El amor siempre merece la pensa.