Así son las cosas. De lo turbio a lo clarito. En cuanto uno tiene una idea clara, todo fluye. A veces, tarda una vida en alcanzarla o la alcanza demasiado pronto, y todo es precipitado.
Así son las cosas. De lo turbio a lo clarito. En cuanto uno tiene una idea clara, todo fluye. A veces, tarda una vida en alcanzarla o la alcanza demasiado pronto, y todo es precipitado.
Existe una frase popular que dice:
«Que todo es del color del cristal con el que se mira», esto sólo quiere decir que el color de la cosa cambia, pero no la cosa. El miedo a creer, el temor de aparecer como un poco extremista, por el solo hecho de no dudar sobre algo, es uno de los miedos más nefastos de nuestros días.
Una idea es y está por encima de cómo se nos presenta. La única forma de llegar a la esencia es atraparla y darla a conocer con la sencillez. Lo sencillo de la idea es la idea. Las medias tintas tienden a oscurecer, tienden a disimular.
También en el momento actual político se favorece esto, se prefiere la penumbra; se huye de las definiciones precisas.
La persona dubitativa, la que admite que quizá se equivoca, no despierta confianza y puede que tenga razón, pero no tiene el coraje de decirlo. Por lo tanto, miente.
Las ideas claras, al pan, pan y al vino, vino, no asustan a la gente.
Sugiero un video complementario que da vida a esa selva amazónica, uno de los orígenes más remotos del río Amazonas, quebrada Carhuasanta en las faldas del nevado Mismi.
http://www.youtube.com/monteandes