Tu experiencia marca tu conocimiento, lo cual es cierto, pero la cuestión está en el concepto de experiencia que manejamos.
Durante años, hemos manejado un concepto demasiado restringido, sólo con los años cobrábamos experiencia, y esa era la que se nos pedía para acceder a un trabajo o hasta para escucharnos. Pero lo cierto es que la experiencia de la vida no depende de la edad, sino de la vida misma y de la intensidad con que es vivida. Hay muchos jóvenes que tienen mucha más experiencia que personas de cincuenta años, aunque lo normal es que sea al revés.
En todo caso, la experiencia de los jóvenes es muy actual, muy propia del hoy en que vive, en tanto la del ser experimentado puede haberse quedado caduca con los tiempos.
Uno de estos días me contaban que un profesional de cuarenta y tantos años, que se dedicaba a las retribuciones en una gran empresa, se atrevía a decir que «no creía (sic) en los ordenadores y la informática». ¿Alguien se lo imagina? Pues yo sí. Esta obsoleto antes que viejo.
También escucho algo similar en algunos profesores universitarios, que no acaban de comprender que hoy internet y los espacios virtuales no sólo son un gran apoyo para que su enseñanza sea más eficiente, sino que diría son imprescindibles para generar espacios de aprendizaje. ¿Cómo puede un profesor universitario o hasta de enseñanzas medias decir que no le gusta internet o la informática o como le llame?.
Y de todo esto se aprende haciendo. De tal forma que el instrumento más potente del que dispone esta sociedad de la información es internet, y los chicos, hasta los chavales, tocan las teclas como si hubieran nacido con teclas en las manos o en la cabeza, y muchos mayores, con mucha experiencia, no se atreven a incorporar estos recursos en su vida y hasta les producen rechazos profundos y enfermedades.
Pero claro, todo eso también es producto de que los que ahora tienen más de cuarenta y tantos todavía han vivido en una sociedad donde las cosas eran seguras, y no se dan cuenta de que las cosas han cambiado, que ya nada hay seguro. Los jóvenes sin embargo, saben que eso no es así, y viven en función de lo que ya saben «casi en vena».
Resultado: muchas veces son muchísimos más aptos que los que se han hecho viejos antes de tiempo, porque se han quedado en las batuecas y no han querido o no han sabido actualizarse.
Hola profesor!
Me ha impactado (positivamente) la frase de Locke. Si bien al entrar he visto que el contenido se dirigia, más bién, a la innovación (lógico por otra parte)… la frase me ha hecho pensar en la importancia de saber transmitir las experiencias (o quizá, mejor dicho de que uno sepa exprimir al máximo su tiempo para escoger las experiencias que una vez asimiladas maximicen su experiencia [o conocimiento]). Es decir, la gestión de la información y del conocimiento.
Uno puede leer y leer y leer… y no «sacar nada» (no aprender, no adquirir conocimientos… no coger experiencia)
Y eso me hace pensar que, tal vez, antes que nada sea imprescindible que personalmente (creo yo) entendamos que el principio del conocimiento está en saber gestionar la experiencia… y para ello es imprescindible hacer incapié en una correcta «gestión de la información y del conocimiento».
A eso nos pueden ayudar las TIC, pero no todo es un aspecto «tecnologico» sino que tiene que haber, a demás, un esfuerzo sociológico.
Estoy de acuerdo con tu apreciación. Lo que pasa es que las buenas frases, ya se sabe, se pueden interpretar de muchas maneras. Y sin duda, aprecio la gran importancia de la gestión del conocimiento, aunque en nuestro país sigamos en la cola del mundo, como casi siempre. Menos mal que vosotros estáis más cerca de lo que se cuece, que sino.
Estoy seguro que gestionar conocimiento es gestionar personas, es decir, las personas son las que crean, reformulan y reconstruyen el conocimiento, y también la vida. Al final, si llegamos a ese escalón de perfeccionamiento, tal vez empecemos a pensar más en coches movidos por energías limpias, en ciudadanos que cuidan sus calles y no precisan más que de repasos de los limpiadores, de productores que buscan materiales totalmente reciclables y no tenemos que seguir consumiendo lo que no tenemos, y asi ….. ¿no te parece?
Tu experiencia marca tu conocimiento, lo cual es cierto, pero la cuestión está en el concepto de experiencia que manejamos.
Durante años, hemos manejado un concepto demasiado restringido, sólo con los años cobrábamos experiencia, y esa era la que se nos pedía para acceder a un trabajo o hasta para escucharnos. Pero lo cierto es que la experiencia de la vida no depende de la edad, sino de la vida misma y de la intensidad con que es vivida. Hay muchos jóvenes que tienen mucha más experiencia que personas de cincuenta años, aunque lo normal es que sea al revés.
En todo caso, la experiencia de los jóvenes es muy actual, muy propia del hoy en que vive, en tanto la del ser experimentado puede haberse quedado caduca con los tiempos.
Uno de estos días me contaban que un profesional de cuarenta y tantos años, que se dedicaba a las retribuciones en una gran empresa, se atrevía a decir que «no creía (sic) en los ordenadores y la informática». ¿Alguien se lo imagina? Pues yo sí. Esta obsoleto antes que viejo.
También escucho algo similar en algunos profesores universitarios, que no acaban de comprender que hoy internet y los espacios virtuales no sólo son un gran apoyo para que su enseñanza sea más eficiente, sino que diría son imprescindibles para generar espacios de aprendizaje. ¿Cómo puede un profesor universitario o hasta de enseñanzas medias decir que no le gusta internet o la informática o como le llame?.
Y de todo esto se aprende haciendo. De tal forma que el instrumento más potente del que dispone esta sociedad de la información es internet, y los chicos, hasta los chavales, tocan las teclas como si hubieran nacido con teclas en las manos o en la cabeza, y muchos mayores, con mucha experiencia, no se atreven a incorporar estos recursos en su vida y hasta les producen rechazos profundos y enfermedades.
Pero claro, todo eso también es producto de que los que ahora tienen más de cuarenta y tantos todavía han vivido en una sociedad donde las cosas eran seguras, y no se dan cuenta de que las cosas han cambiado, que ya nada hay seguro. Los jóvenes sin embargo, saben que eso no es así, y viven en función de lo que ya saben «casi en vena».
Resultado: muchas veces son muchísimos más aptos que los que se han hecho viejos antes de tiempo, porque se han quedado en las batuecas y no han querido o no han sabido actualizarse.
Hola profesor!
Me ha impactado (positivamente) la frase de Locke. Si bien al entrar he visto que el contenido se dirigia, más bién, a la innovación (lógico por otra parte)… la frase me ha hecho pensar en la importancia de saber transmitir las experiencias (o quizá, mejor dicho de que uno sepa exprimir al máximo su tiempo para escoger las experiencias que una vez asimiladas maximicen su experiencia [o conocimiento]). Es decir, la gestión de la información y del conocimiento.
Uno puede leer y leer y leer… y no «sacar nada» (no aprender, no adquirir conocimientos… no coger experiencia)
Y eso me hace pensar que, tal vez, antes que nada sea imprescindible que personalmente (creo yo) entendamos que el principio del conocimiento está en saber gestionar la experiencia… y para ello es imprescindible hacer incapié en una correcta «gestión de la información y del conocimiento».
A eso nos pueden ayudar las TIC, pero no todo es un aspecto «tecnologico» sino que tiene que haber, a demás, un esfuerzo sociológico.
Estoy de acuerdo con tu apreciación. Lo que pasa es que las buenas frases, ya se sabe, se pueden interpretar de muchas maneras. Y sin duda, aprecio la gran importancia de la gestión del conocimiento, aunque en nuestro país sigamos en la cola del mundo, como casi siempre. Menos mal que vosotros estáis más cerca de lo que se cuece, que sino.
Estoy seguro que gestionar conocimiento es gestionar personas, es decir, las personas son las que crean, reformulan y reconstruyen el conocimiento, y también la vida. Al final, si llegamos a ese escalón de perfeccionamiento, tal vez empecemos a pensar más en coches movidos por energías limpias, en ciudadanos que cuidan sus calles y no precisan más que de repasos de los limpiadores, de productores que buscan materiales totalmente reciclables y no tenemos que seguir consumiendo lo que no tenemos, y asi ….. ¿no te parece?