Innovar no es inventar, aunque a veces del proceso innovador se derive algún que otro invento. Inventar está en otro plano, y tiene que ver más con la famosa «bombillita» que se enciende y que nos mostraban los comics cuando éramos pequeños. El otro día sacaban a un inventor-empresario que se ha forrado con eso de los zapatos con agujeros, los GEOX, un italiano -no es que no pudiera ser de otro modo, pero tiene más probabilidades de ser si es italiano-. Es una buena idea, y él la contaba como algo espontáneo, que le ocurrió cuando notó que sus zapatos «no respiraban», estando haciendo deporte por la montaña. Les hizo unos agujeros, y de ahí salió el invento de los Geox. Por supuesto, si él no se dedicase a producir zapatos o similares, no se hubiera preocupado ni de mejorar el rendimiento del zapato, ni de hacer los agujeros, ni probablemente, de implementa una empresa a partir de esa «chorrada». Pero era italiano, le preocupaban los zapatos, y tenía rollo de inventor. Total, se ha hecho un imperio. La idea no ha hecho el imperio, sino su gestión posterior. Mucha gente tiene buenas ideas, pero no saben implementarlas, no saben ponerlas en marcha. Este hombre, sí.
Y eso, para mí tiene muy poco que ver con ser innovador. La innovación tiene más que ver con los otros, con nuestro desarrollo como personas, con nuestras formas de abordar las cosas, con algo que puede tener todo el mundo, con un poco de dedicación. Ser innovador es gustarte mirar, gustarte investigar, gustarte encontrar, disfrutar con la compañía, saber dar, saber escuchar, saber compartir, saber …………. Y todo eso en pequeñas dosis, porque cuando uno sabe compartir, sabe muchas de las cosas que he relacionado y están en conexión correspondiente con la colaboración y cooperación. Ser innovador se aprende, se aprende de la vida y de la experiencia, no es necesario ser genial para ser innovador, sólo sentirse mínimamente insatisfecho con las cosas como las hacemos, y pensar-hacer que se pueden hacer de otra manera y mejor. Ser innovador se aprende de la experiencia, porque la experiencia nos enseña que «existe el otro» -muchos inventores son seres solitarios, que saben relacionarse con las cosas-, y la experiencia nos enseña que aprendemos poco a poco, y la experiencia nos enseña que de ahí nace la teoría y la ciencia, y la experiencia nos enseña que sin el otro somos muy poco, y la experiencia nos enseña que para tener experiencia hay que hacer, hay que atreverse, hay que arriesgarse, en cierto modo, hay que aventurarse, hay que tirarse a la piscina, y la experiencia nos enseña que podemos aprender de ella, siempre que sepamos darle el ritmo adecuado al aprendizaje, que no nos aceleremos más de la cuenta, que sepamos evitar las prisas, y la experiencia nos enseña que es difícil de transmitir, pero sin embargo, es una fuente de riqueza cuando es transmitida y comprendida por otros.
La experiencia llega un momento en que lo es todo, pero muchas veces muere con las mismas personas que la han vivido. Además, la experiencia es universal, es decir, todos tenemos nuestras experiencias, y muchas se parecen entre sí, y esto que digo tiene dos ventajas: a) si es universal, es democrática y es accesible; b) si las experiencias se parecen, de ahí podemos sacar reglas y normas y leyes de comportamiento y científicas.
De la experiencia también salen las invenciones, pero parece que el factor de «genialidad» está más presente. La sociedad «adora» a los inventores, los recuerda en sus libros, les da mucho chance. Para salir en la foto hay que ser inventor. Según yo lo veo, ser innovador no te asegura que te saquen en la foto, pero es mucho más gratificante, sobre todo, si esa mayoría de personas que pueden serlo y lo son, sienten que es así, que ellos valen mucho, que poseen en sí mismos mucha energía y mucho conocimiento potencial. Sólo es preciso hacerlo evidente, consciente, desarrollarlo y …… mi experiencia me dice que ….. no es tan difícil conseguirlo.
El aspecto de ser innovador que planteas: saber escuchar, saber compartir, saber buscar, encontrar, mirar…debería estar en el nuevo espíritu inventor actual. Creo que ahora la innovación está en los saltos importantes que se puedan dar en cuanto a diseño, a mejoras obtenidas aprovechando la experiencia de fracasos o de éxitos anteriores, para presentar un producto o una nueva idea, innovando sobre un concepto ya conocido.
Los que copian tienen muchas posibilidades de mejorar el producto original, pero hay que saber copiar y de qué copiar,saber extraer lo interesante. Un amigo mío siempre comentaba ¿por qué las cosas que funcionan bien no las copiamos y de esa forma sólo hay que mejorarlas, no es tan complicado?.Parece sencillo pero no es así.
¿Cuándo nos vamos a atrever a romper estos círculos que parece que nos atan a lo existente y conservador? Tenía que existir un apoyo institucional que favoreciera este tipo de proyectos innovadores?
Por eso es tan complicado en la sociedad actual que una persona innovadora, salga en la foto, tenga un reconocimiento social, no está rompiendo moldes como sucedía en èpocas pasadas, sólo tiene una continuidad de lo ya inventado y aceptar esa faceta de creatividad es muy costoso.¡¡ Es una pena que sea así¡¡