Tengo la impresión de que están tratando al enfermo como es la economía: marginalmente, en función del síntoma, pero no para profundizar sobre las causas, sino para paliar las consecuencias. Todos esos «atracones» de millones que han posibilitado al sistema financiero, es como si tiraran el dinero a un pozo sin fondo, un pozo del que ni siquiera se sabe cuanto es de hondo, ni de ancho. Ni siquiera si es cilíndrico o se expresa en otra forma geométrica. Después de «entregarse» a los que han jugado a la ruleta rusa todo lo que han querido, e intentar con más o menos suerte, frenar «la falta de liquidez», ahora parece que quieren atacar otro de los síntomas, el consumo, y no se dan cuenta que ahí no está el asunto, que es otro pozo sin fondo.
Pero ahora si, ambas «terapias» (sic) presuntamente ineficaces, ni solas ni juntas, tienen un «valor político» particular, van a «tapar la boca», o mejor, a intentar que el electorado no les olvide. La terapia de los 400 euros -¿se acuerda alguien de los cuatrocientos euros de las elecciones?- ha tomado el carácter de prima donna y hasta podemos decir que nos han copiado las formas hasta por la Comisión Europea.
Pero están equivocados, no se puede tratar una infección masiva con aspirinas. El problema es la inversión, el problema es el paro, el problema ….. más al fondo, es la sobreproducción. Y el problema es que el sistema no puede aguantar el nivel de riesgo en créditos que es preciso asumir para mantener los niveles de producción y de empleo. No hay forma, no se pueden vender pisos a cien años, y si se venden, mal hecho, porque ni siquiera van a durar eso, pero es que además, ¿a quiénes estamos metiendo en el tinglado, a nuestros tataranietos? ¿Y cuando se vendan a cien años y los coches a ocho años, con el primero sin pagar ni un duro, habrá que subir otra vez el nivel de endeudamiento crediticio y vender pisos a 200 años y los coches a veinte años, diez por encima de lo que duran en razonables condiciones?. Y el crédito es dinero ficticio, algo que es y no es, algo que se inventa para anticipar. E igual que hicimos con las monedas que hace ya muchos años y hemos olvidado, se respaldaban por oro en los bancos centrales, luego por dolar y libra y ahora por nada más que «la credibilidad» o el sentimiento como decía el cómico inglés, pues igual ahora hemos hecho con el crédito. Empresas especulativas, desapropiadas, sin buena gestión, querían comprar y compraban a empresas sólidas, productivas, y se endeudaban de tal modo, que ahora con dificultades y sobre todo, con muchas ayudas estatales, pueden salir de la quiebra real en que se han metido. Véase el caso de Sacyr-Vallehermoso o de Martin-Fadesa. O empresas que se han acostumbrado a hacer las cosas como se requiere cuando hay guerra, es decir, mal, para pasar, como es el caso de General Motors, están en quiebra no declarada, pero patente.
Si, han sido unos malos profesionales, y sobre todo, han sido los peores, los más especuladores y ambiciosos, los que nos han puesto en esta situación, y resulta que son los «nuevos ricos», aquellos que creen que «están en la verdad», sólo porque han ganado mucho dinero explotando a otros o especulando con lo que no era suyo. Y todo esto ha sido un gran negocio también para los bancos. Los bancos se han puesto las botas, al ver como aumentaba el crédito, como se anticipaban las rentas virtuales a las reales, y como los intangibles se sobreponían a lo tangible, eso que se puede tocar.
Y ahora a esos profesionales hay que apoyarlos (sic) porque sino aumenta el paro. Un empleo de poca calidad, un empleo derivado de la precariedad y de la falta de consistencia, un empleo que ha generado expectativas y endeudamientos que ahora casi nadie puede pagar. Y los bancos centrales neoliberales no les queda más remedio que bajar nuevamente los tipos hasta niveles casi desconocidos y desde luego, nada razonables. En poco tiempo estaremos con tipos del 0,5% o tal vez menos. Y eso volverá a fomentar los procesos financieros especulativos, pero ……. la economía real seguirá donde estaba, es decir, muy fastidiada, con empleos precarios y de baja calidad, con explotación acentuada, con salarios de pena, y con un «estado del bienestar» que no sé hasta donde llegará de malestar. Ahora si, seguiremos privatizándolo para «hacerlo mejor y más rentable» para los de siempre.
Esto no se arregla regalando dinero. Esto no se arregla poniendo parches «sor virginia». La sobreproducción es evidente. No tiene responsabilidad la demanda, «al no tirar», sino que tenemos unas capacidades productivas que no queremos redistribuir, sino que queremos mantener un sistema que seguirá acentuando el gap paradójico de poder producir para todos y sin embargo, estar invadidos de hambre y pobreza, dados los precios que cada día más tiran para las nubes, aunque luego no se refleje en las estadísticas -¿por qué será así?-.
Precios en alza, salarios en baja, empleo precarizado y relativamente escaso, ….. y mientras los «monopolios» a lo suyo, en un sistema hiperespeculativo y donde los estados nacionales siguen pensando que las cosas se arreglan regalando 400 euros a los chicos para que se los gasten ya. Esto es peor que en los años treinta.
Claro Roberto, es la vuelta al siglo XIX, donde los que debian pagar bien a la gente eran siempre los otros, para asi enriquecerse antes.
La cuestión de los precios, claro los de los productos que yo fabrico, muy altos, aunque los salarios sean muy bajos, y los productos de los de los otros fabricantes que sean muy bajos para poder consumir tanto yo como mis obreros.
¡En fin! Lo de siempre, seha querido borrar toda una historia que nos condujo a dos guerras mundiales por mejorar nuestros mercados. ¿Ahora contra quien habrá que luchar para ampliar el mercado? ¿Contra los marcianos? ¿Y si no existen?….
Rafael, no es la vuelta al siglo XIX, es el siglo XX a principios. Os adjunto el Manifiesto de Tommaso Marinetti que ya predecía movimientos extremos que nos llevarían a la primera guerra mundial, seguro que lo conocéis es interesante aunque tremendo en su contenido y en la visión de la sociedad de esos momentos.
FILIPPO TOMMASO MARINETTI
EL MANIFIESTO FUTURISTA (1909) [1]
El movimiento futurista por él fundado, responde a la actitud desdeñosa y aristocrática de los intelectuales de vanguardia en relación con las realidades comunes y con los valores clásicos y tradicionales. Busca la originalidad, el irracionalismo, la exaltación de la euforia por los momentos fugaces y la exaltación de la tecnología.
A través de veladas poéticas de encuentro con el público, y de revistas como Lacerba, los futuristas difunden sus ideas, en las que exaltan sentimientos ultra nacionalistas, el amor al peligro, la exaltación de la energía, del coraje y de la audacia; la admiración por la velocidad, la lucha contra el pasado, la exaltación de la agresividad y de la guerra, considerada como “la única higiene del mundo”.
MANIFIESTO FUTURISTA
1.Queremos cantar el amor al peligro, el hábito de la energía y de la temeridad.
2.El coraje, la audacia, la rebelión, serán elementos esenciales de nuestra poesía.
3.La literatura exaltó, hasta hoy, la inmovilidad pensativa, el éxtasis y el sueño. Nosotros queremos exaltar el movimiento agresivo, el insomnio febril, el paso de corrida, el salto mortal, el cachetazo y el puñetazo.
4.Nosotros afirmamos que la magnificencia del mundo se ha enriquecido con una nueva belleza, la belleza de la velocidad. Un coche de carreras con su capó adornado con gruesos tubos parecidos a serpientes de aliento explosivo… un automóvil rugiente, que parece correr sobre la ráfaga, es más bello que la Victoria de Samotracia.
5.Queremos ensalzar al hombre que lleva el volante, cuya lanza ideal atraviesa la tierra, lanzada también ella a la carrera, sobre el circuito de su órbita.
6.Es necesario que el poeta se prodigue, con ardor, boato y liberalidad, para aumentar el fervor entusiasta de los elementos primordiales.
7.No existe belleza alguna si no es en la lucha. Ninguna obra que no tenga un carácter agresivo puede ser una obra maestra. La poesía debe ser concebida como un asalto violento contra las fuerzas desconocidas, para forzarlas a postrarse ante el hombre.
8.¡Nos encontramos sobre el promontorio más elevado de los siglos!… ¿Porqué deberíamos cuidarnos las espaldas, si queremos derribar las misteriosas puertas de lo imposible? El Tiempo y el Espacio murieron ayer. Nosotros vivimos ya en el absoluto, porque hemos creado ya la eterna velocidad omnipresente.
9.Queremos glorificar la guerra –única higiene del mundo– el militarismo, el patriotismo, el gesto destructor de los libertarios, las bellas ideas por las cuales se muere y el desprecio de la mujer.
10. Queremos destruir los museos, las bibliotecas, las academias de todo tipo, y combatir contra el moralismo, el feminismo y contra toda vileza oportunista y utilitaria.
11. Nosotros cantaremos a las grandes masas agitadas por el trabajo, por el placer o por la revuelta: cantaremos a las marchas multicolores y polifónicas de las revoluciones en las capitales modernas, cantaremos al vibrante fervor nocturno de las minas y de las canteras, incendiados por violentas lunas eléctricas; a las estaciones ávidas, devoradoras de serpientes que humean; a las fábricas suspendidas de las nubes por los retorcidos hilos de sus humos; a los puentes semejantes a gimnastas gigantes que husmean el horizonte, y a las locomotoras de pecho amplio, que patalean sobre los rieles, como enormes caballos de acero embridados con tubos, y al vuelo resbaloso de los aeroplanos, cuya hélice flamea al viento como una bandera y parece aplaudir sobre una masa entusiasta. Es desde Italia que lanzamos al mundo este nuestro manifiesto de violencia arrolladora e incendiaria con el cual fundamos hoy el FUTURISMO porque queremos liberar a este país de su fétida gangrena de profesores, de arqueólogos, de cicerones y de anticuarios. Ya por demasiado tiempo Italia ha sido un mercado de ropavejeros. Nosotros queremos liberarla de los innumerables museos que la cubren por completo de cementerios.
Vaya, gracias por la información, aunque sea de hace más de cien años. Es broma.
Informado sobre Marinetti, y leído lo que se ha reproducido en el texto, tengo que reconocer que no me gusta ni el estilo ni los objetivos del mismo. Me parece excesivamente agresivo casi en todos sus puntos, y eso de «liberar a este país de su fétida gangrena de profesores, arqueólogos, de cicerones y de anticuarios», excede mi capacidad de escucha y lectura paciente. Parece ser que Marinetti acabó de poeta oficial del régimen fascista italiano. Por una vez la historia es coherente.
Tienes toda la razón que es un anticipo del régimen fascista, este movimiento se apoya en el Manifiesto y desde luego el desprecio por la belleza y la cultura es evidente. Tal vez no me expresé con claridad. El motivo de introducirlo aquí es apoyando la crisis y el momento actual. Los grupos radicales están en auge, la cultura cada vez se valora menos, y yo hacia referencia a que tenemos que estar prevenidos contra estas situaciones que en la historia se repiten y no dejarnos arrastrar por ideologías semejantes. Esperemos que el buen pensamiento y el buen hacer de los políticos actuales no nos lleven por estos derroteros.
Es evidente que no había entendido plenamente el sentido de tus palabras, por lo que te pido nuevamente disculpas. Ya sabes, las neuronas con los años se hacen más perezosas. Gracias por tus comentarios, suponen un toque de calidad y de humanidad en mi blog. Un abrazo.