Empezar bien … el curso

Empezar bien es decisivo en cualquier cosa … se dice: lo que bien empieza, bien acaba. El curso empieza ahora, y una forma de empezar bien es facilitar un buen ambiente desde el primer momento, un ambiente que busque cooperación y conocimiento mutuo entre los asistentes.

Normalmente, los estudiantes y los profesores no se conocen en los primeros días de clase, que son «de tanteo». El profesor va proponiendo y los alumnos van «juzgando» el interés o no de lo que van viviendo. Esa suele ser la dinámica. Ya saben: «el hombre propone, ……»

Propongo empezar facilitando un espacio de conocimiento mutuo entre los estudiantes. Un espacio grupal e intergrupal que se organice en torno a una temática: ¿cuales son sus experiencias en la universidad desde un punto de vista educativo? ¿Qué les ha ido bien y que repetirían? ¿Qué les ha ido peor y que no les gustaría volver a encontrar? y ¿qué mejoras introducirían para sentirse más a gusto?. Preguntarles a grupos de alumnos, en el primero o en los primeros días de clase, esas cuestiones, con objeto de que sean ellos los que aporten su experiencia vivida, y que además, puedan empezar a conocerse y a valorarse positivamente entre ellos.

Conseguimos así, en esa sesión, dos cosas: empezar a conocernos y empezar a valorarnos positivamente, por una parte, y acercarnos a un diagnóstico de lo que han vivido los estudiantes en su experiencia universitaria. Este proyecto ya ha sido utilizado durante dos años en mis clases, y el último año por muchos de los profesores integrantes de nuestro grupo de Innovación Educativa, el GII. He derivado de mi trabajo en el aula un libro que está en manos de una editorial para ser editado: «Manifiestos para la innovación educativa», construido a partir de lo que han aportado los estudiantes, sobre lo que funciona y no funciona en su experiencia.

Ahora queremos difundir esta metodología y que pueda ser aplicada en otros ambientes y aulas diferentes, y que con todas las aportaciones podamos proponer con mayor peso de contrastación unas medidas que podían mejorar nuestras formas de aprendizaje en la universidad. Todo eso lo hemos reflejado en nuestro blog, donde está explicado con mucho más detalle. También hemos enviado por mail a muchos de los profesores que han participado en cursos-seminarios o en los tres Encuentros de Intercambio de Experiencias Innovadoras que venimos desarrollando en el grupo desde 2005.

Esperamos que esta iniciativa pueda ayudar a los profesores, universitarios o no, a mejorar el ambiente de intercambio, de interrelación, de comunicación en el aula y fuera de ella y contribuir a la satisfacción de todos los participantes.

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4 comentarios en «Empezar bien … el curso»

  1. Antes de empezar, uno siente los nervios, como si fuera la primera vez, porque en realidad es la primera vez …. siempre lo es. Los alumnos son otros, las circunstancias son otras, uno mismo es otro …. Sin ese nerviosismo, tal vez las cosas no funcionen igual ….. ese nerviosismo es tensión, y cierta tensión -no mucha, claro- favorece la materialización de nuestro pensamiento, y su buen conducir, su buen hacer. Al menos, eso pienso. Por eso, me sorprendería de que empezase un curso y no estuviera los días previos, las horas previas, realmente nervioso. Ser profesor es mucha responsabilidad. Nosotros pensamos que nos jugamos mucho, que tenemos que hacerlo bien, que no valen disculpas, que finalmente somos los responsables, y queremos que todo funcione bien desde el primer momento. Si es así, nosotros mismos nos animamos, nos motivamos y todo fluye. Os deseo el mejor comienzo. También me lo deseo a mí mismo.

  2. Los cuatrimestres se hacen muy cortos, como máximo doce semanas de trabajo. Empezar bien es importante, y establecer un buen ritmo desde el principio también. No podemos perder ni un sólo minuto, pero seguir el consejo real de vestirnos despacio cuando uno tiene prisa. La prisa no es buena compañera. Pero el ritmo si. Un ritmo, como la música, un ritmo que sea factible, que ilusione, que nos enganche a todos, que nada falle en el conjunto. Si hay que sorprender de alguna manera es «empezando desde ya, desde el primer momento, nada de introducciones ….» y con el ritmo. El ritmo, el tic-tac semanal es importantísimo. Se nota cuando hay paradas, como ocurre en este cuatrimestre con la navidad. Es mejor casi acabar antes de navidad un ciclo, que no tener que terminarlo después. La mayoría han perdido el ritmo. El ciclo básico son las próximas diez semanas. En las dos restantes de enero lo más que conseguiremos es poner nuevamente algo de calor en el grupo, pero lo más seguro es que los «preocupantes exámenes» absorban el interés y la motivación de los estudiantes. Lo dicho, tenemos diez semanas efectivas. Hay que aprovecharlas. Y para eso, nada mejor que empezar bien y con buen ritmo.

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