La Innovación es un producto social; y no un acto individualizado. Se innova porque es un deseo social, sentido, y porque se dan las circunstancias para esa innovación. Por una parte, la Innovación responde a una necesidad, y a una sociedad, a una «clientela» potencial; y por otra, no todo es posible; sólo es posible, lo que es posible, y no es una redundancia. Como producto social la innovación es calidad, denota calidad, denota productividad, denota avance. Si no es así, no es más que moda, imagen o deslumbramiento, pero no innovación. Por eso, la innovación se puede definir, aunque el término le queda corto, como mejora, como mejora continua. Y eso nuevamente, nos remite a la calidad y la productividad.
Quedémonos hoy con el concepto elemental de que innovación es calidad …… pero no sólo calidad, sino algo más, como veremos en «elementales» subsiguientes.
¿Que os parece el concierto para violín de Brahms? Extraordinario, ¿a qué si?. Pues así son los procesos innovadores cuando tienen su fundamento, su cemento, en la calidad.