(Innovación – Aldebaran Innovation)

He intentado tres veces hacer esta entrada, pero lo que digo no debe gustarle a algún Nat, porque en un movimiento inesperado, lleva mi dedo a esc y se borra. Las otras veces ya estaba casi escrita y es una pena, porque me gustaba lo que estaba quedando. Como soy asi, no me acuerdo más que de la idea general. Intentaré retomarla, aunque tengo que reconocer, con una cierta desconfianza para que el Nat de turno no lleve mi dedo a borrar.

Una cooperativa, en principio, es el presente y el futuro. Formas de cooperación, de aquello de lo que no aprendemos con el sistema educativo, de aquello que está tan poco en nuestra cultura, de aquello que no parece lo más apropiado, según dicen los expertos, para «atacar el mercado». Parece que la cooperación es para ser poco eficaz.

Las cosas son o pueden ser de un modo diferente. Una cooperativa no sólo es en sus formas una manera diferente e innovadora de hacerlas, sino que sus resultados pueden y deben ser superiores a cualquier otra forma de organización individualizada y más jerarquizada. Aunque el pensamiento dominante tienda a primar la idea de super-man, es una idea errónea, excepto en situaciones extremas. Claro que me pueden argumentar que siempre estamos en situaciones extremas, pero es más una ilusión necesaria del sistema, que una realidad. Además, hay muchas situaciones que si son muy extremas favorecen más la cooperación que la competencia. Por ejemplo, en situaciones extremamente críticas como las catástrofes.

Cooperativas es un genérico, pero luego está el ejemplo, el caso, la experiencia única de cada una de ellas, y por supuesto, lo que podíamos calificar con mayúsculas LA EXPERIENCIA. La gran experiencia en cooperativas es MONDRAGÓN.

Mondragón no es una cooperativa, es una red de cooperativas, y es, sobre todo, LA COOPERATIVA, el referente. Y también es la demostración palpable de que las cooperativas pueden crecer, hasta de manera desproporcionada, sin perder su sentido y proporciones, ni tampoco, y eso es muy importante, su capacidad para sorprender, para adelantarse y para innovar.

Y por ahora no voy a decir más, no vaya a ser que el NAT me rompa todo lo escrito. Habrá tiempo.

Entradas relacionadas

3 comentarios en «Cooperativas»

  1. Y yo me pregunto: ¿me pongo tan nervioso que cuando quiero escribir algo políticamente incorrecto, toco la tecla que no corresponde y se borra? o ¿es una censura oculta que impide decir lo que no hay que decir? o ¿….? Me mosquea que siempre que ataco un tema que me parece puede causar problemas, todo se esfume a mis ojos, y cuando estoy más emocionado y diciendo lo que me gusta, se estropea. Es evidente que en esta entrada decía cosas más interesantes que las que finalmente he expresado, pero ya irán saliendo, cuando el Nat esté descuidado. «Eu nom creio en meigas, pero haberlas hailas», ya lo creo que si, y los Nat, producto todavía desconocido en nuestras latitudes si no fuera por Amy Tan, pueden ser una razón para seguir creyendo en que las hay.

  2. Muchas cooperativas nacen de una crisis empresarial. Eso hace más difícil sacarla adelante, porque indudablemente si el negocio no funcionaba antes, ahora también puede seguir sin funcionar, y es preciso de un esfuerzo añadido por parte de los trabajadores-cooperantes, pero la satisfacción que produce que las cosas sean propias, que sean compartidas en un proyecto común, hace más fácil superar las dificultades.

    De todas formas, lo mejor es crear una cooperativa con un proyecto no reactivo, sino con un proyecto apoyado por formación, por intermediación, por herramientas, y por innovaciones propias. En fin, siempre todo es difícil.

    En cualquier caso, muchos de los proyectos cooperativos subsisten, pero no dan para más, porque la mayoría de ellos se forjan en tiempos de crisis, de cólera, y hay que ponerles mucho amor.

  3. Hay muchas cooperativas dentro de MCC que es Mondragón Cooperativas Corporación, que son interesantes. Yo no los conozco todos, pero puedo recomendar a Irizar, que no es la primera vez que la cito, porque hasta la he incluido en mi libro «En la Espiral de la Innovación» como una de las empresas innovadoras españolas referenciales; Fagor, que es la gran empresa de la línea blanca; Otalora que es una gran empresa de formación y consultoría; y la Universidad Mondragón que ha tomado una línea avanzada de innovación y formas organizativas, que vale la pena seguir. Por supuesto, pueden llamarme ignorante por saber tan poco del grupo Mondragón.

Responder a roberto carballo Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *