Podríamos decir, que la calidad y la validez y el éxito de mi producto, de mi servicio o de mi empresa, están en relación directísima con la fluidez de intercomunicación con nuestros clientes, que son nuestros colaboradores más interesados, porque aprenden con nosotros, conocen mejor sus necesidades y piensan cosas que probablemente nunca habían pensado y que ahora pueden ser posibles y resolverles así una necesidad y su vida. Propongamos una formulita:
Empresa = f (Intercomunicación, Cliente, ….)
No sé si me he expresado con suficiente claridad, pero lo que quiero, en definitiva, decir es que la comunicación con el cliente, en directo, la comunicación con los interesados en lo que nosotros hacemos, es central en un negocio y desde sus inicios, cuando más pronto mejor. Item más: la aparición del cliente en los negocios significa una oportunidad de hacer las cosas bien, de hacer las cosas con calidad, de reducir las incertidumbres y los miedos, de poner al azar en su sitio, mucho menor del que le asignamos, y sobre todo, constituye un sistema de contrastación, y en esa medida, científico, sobre lo que hacemos. Puesto en una función podría ser:
Calidad = f (Comunicación, Cliente, …)
Nuestro producto/servicio – su calidad y su aceptación por el mercado- ganará con el intercambio efectivo y la comunicación y nosotros también, no sólo por los ingresos y beneficios derivados de su venta, sino sobre todo, porque nuestro yo, nuestra profesión tendrá más sentido integrado y no estaremos ni aislados del resto del mundo, ni fragmentados internamente. Y la buena comunicación externa, la interacción con los clientes, se convertirá en muy poco tiempo, como una necesidad derivada, en un rasgo de la cultura empresarial y sobre todo, en algo realmente operativo que transformará nuestro mundo interior en un mundo que valorará la red de relaciones reales y virtuales entre los miembros y derivará en posiciones de mayor colaboración y apoyo mutuo en el interior hacia la satisfacción del cliente. O sea,
Satisfacción del cliente = f (Calidad, Comunicación, ….)
Si tenemos clientes, es decir, si mantenemos una posición proactiva hacia ellos y los convertimos en una oportunidad y no en una dificultad, en compañeros de viaje en vez de gentes que no entienden nada; estaremos constantemente intentando hacer las cosas mejor y ofertaremos continuamente mejoras de nuestros servicios al mejor coste, por lo que induciremos la necesidad de la innovación continua y nuestra empresa no podrá salirse del mercado, porque seguirá en él, con sus propuestas renovadas en función de necesidades contrastadas. Esto creará una de las condiciones básicas para la innovación y para la satisfacción en el interior de la organización o empresa. Por una parte, tendremos y podremos proponer calidad y mejora continua, y por otra, tendremos que organizarnos de tal forma que eso sea posible.
Satisfacción interna = f (Cliente, Calidad, Comunicación, …)