Cuando se oye hablar de crisis, uno se imagina una terrible depresión de empleos, de salarios, de beneficios. Pues lo primero, si; lo segundo, también; pero lo tercero, ni hablar. Un titular: «Las compañías del IBEX sortean la crisis con beneficios record». Leo bien, el lector lee bien: «beneficios record». Las grandes empresas españolas no se privan de ganar mucho más que el año precedente, de media un 16,7% más: sólo algunas constructoras, Acerinox y Bankinter han reducido su beneficio, lo cual no quiere decir que tuvieran pérdidas, solo que lo han reducido. Algunas constructoras como ACS o Abengoa han aumentado en más de un 50%. Las eléctricas, que ahora nos sorprenden con una «gran» y «racional» según el ministro del ramo, subida de tarifas, resulta que han ganado un 163% más (Iberdrola), un 39% Fenosa y un 5% Endesa. El Santander un 22%, parecido a Telefónica, y Mapfre casi un 70% más. Y a eso, ¿le llamamos crisis? Pues cuando haya expansión no van a coger los números en la tabla.
El gran banquete del gran capitalismo
Lo cierto es que el sistema capitalista es de forma dominante monopolista u oligopolista, y eso de la libre competencia lo dejan para las pequeñas y medianas empresas, y no todas. Las grandes «traspasan» sus problemas de crisis a los demás, sobre todo a los que precisamente les cuesta mantener su empleo, o «se lo hacen» todavía más precario o sencillamente anda como «puta por rastrojo» por la vida intentando sacar su familia adelante. Más que de libre competencia, tendría que llamarse de «competencia desigual» o de «puñetera supervivencia» para los más débiles claro, que los del IBEX se lo montan a lo grande.