Me mandó un mail un colega del Grupo de Innovación Educativa diciendo que el Ministerio convocaba unos premios del asunto. Como leer los boletines me da alergia, pensé que se trataba sencillamente de aportar algo diferente de lo que estamos haciendo y presentarnos. Estaba convencido de que teníamos más de una razón para obtenerlo, aunque seguro habría otros muchos que también estaban haciendo cosas, algunos de ellos conocidos. Pero me puse a trabajar. Y resulta que trabajé durante cuatro semanas, y produje 165 páginas, y cuando las terminé, más o menos la primera semana de abril, me puse en contacto con el colega y le dije que qué tenía que hacer para presentar eso que había escrito. Entonces, me enteré que sólo se podían escribir 30 páginas, y no 165.
Me sentí frustrado durante una semana, hasta que reaccioné y encontré otra fórmula para adaptarme a la «convocatoria», a la burocracia y cumplir con la extensión requerida. Trabajando con todo el grupo, y sobre todo, haciendo un gran esfuerzo personal, sin duda recompensado en sí mismo, me adentré en un nuevo tema de aportación, y finalicé en ocho días 29 páginas para presentar como aportación de nuestro grupo.
Entonces, tuvimos que ver los requisitos de la convocatoria, que papeles teníamos que presentar para que pudiéramos presentarnos. Y tardamos 12 días en conseguir todos los papeles que pedían, muchos de los cuales ya tenían que disponer de ellos en sus archivos. Ya sabemos que los archivos son para archivar, no para mirar, pero poner como requisito que el decano de nuestra facultad diga que nosotros trabajamos en la facultad, cuando resulta que el ministerio es el que paga nuestra nómina, es para morirse o … ¿no?. El último día, a última hora, pudimos enviar el original, aunque suponemos que para nada, porque para eso están los amigos, los enchufes y las burocracias. Siempre se puede uno conformar con que ha hecho un buen trabajo y que siempre puede buscar alguna buena persona que se atreva a publicarlo.
Al final, encontré este video en youtube, que al menos es una compensación a mis desdichas burocráticas, ¿por qué sufriré tanto con la burocracia?