La metodología sigue los mismos principios y objetivos estratégicos que intenta enseñar (La correspondencia o coherencia metodológica entre teoría y praxis es esencial. El método ha de seguir y ser correspondiente con la realidad y disponer de recursos para contemplarla como el centro de su sentido estratégico, lo que le confiere horizonte y sentido común a la acción concreta). Si estamos seguros de que una empresa innovadora ha de tener al cliente como referente estratégico y horizonte de mejora continua -aquí el cliente es el alumno-, así es como operamos con esta metodología. Enseñamos a innovar y a investigar y a trabajar en equipo y hacerlo eficientemente, y esta plataforma ha de ser correspondiente con lo que enseñamos y lo que se aprende.
La metodología ha de ser coherente con las materias que desarrolla. Este aspecto es crucial a la hora de enfatizar en el tipo de trabajo que puede abordar cada grupo.
Los trabajos han de ser actuales, del aquí y ahora, que nos interesen, pero sobre todo, que interesen a los miembros del grupo, pero también a los otros alumnos (Así los miembros de cada grupo se acostumbran a responsabilizarse y aprender a trabajar para otros, para el resto de la clase. Estos son sus clientes, y quieren lo mejor y al mejor precio) que van a recibirlos una vez hechos y van a beber en esa fuente. Los trabajos que siempre habían querido hacer los alumnos son básicamente prácticos y actuales. Les preocupa lo que no tienen -por desgracia, la enseñanza universitaria es poco práctica y ellos demandan sobre todo, practicidad-. Por tanto, todo trabajo ha de incidir sobre hechos concretos y proponer cosas concretas, y comprender por qué son así las cosas -teoría que acompaña a lo concreto-.
Otra cosa que demandan los alumnos es que los temas sean actuales. Muchas veces el profesor no está al día, no conoce lo último, y entonces el resultado es ineficiente porque se mueve en parámetros y temas desfasados. En el hoy del conocimiento está contenido básicamente lo más significativo de la historia del pensamiento. Esta máxima no siempre se tiene suficientemente en cuenta, por lo que muchas asignaturas se quedan en la historia de las cosas y no abordan la actualidad, el hoy (Esto es tan evidente que en las asignaturas de historia nunca se llegaba al tiempo presente. Se comprende porque es lo más difícil -estar al día es una tarea nunca acabada-, pero es una necesidad. No podemos enseñar cosas que ya no sirven, y tampoco podemos pedirles y demandarles a los alumnos que trabajen sobre temas pasados, a no ser que se haga sobre algo que se “transfiere” y “proyecta” en el presente, se “actualiza”). Bien, pues los grupos de trabajo tienen que hacer trabajos que sean lo más concretos y prácticos posibles, tienen que investigar sobre lo más nuevo, y tienen que darle sentido teórico y estratégico a todo lo que dicen. Me dirán Uds. que les pido mucho, pues no más de lo que hacen (Los resultados son, entre buenos y muy buenos, por supuesto, triplican o quizás más los que se conseguirían con diseños tradicionales. Viéndolos en una perspectiva comparativa, los trabajos son extraordinarios).
Muy bueno, acabo de imprirlo.
Marisa Alvarez