Otra gran barrera es la cultura del poder, las formas que asume en nuestra sociedad. El poder es igualmente vago, reacio y temeroso de «ir a Castilla y perder la silla» o «el que fué a León, perdió el sillón». Tienen incertidumbre, la incertidumbre produce miedos, y los miedos se acaban materializando en la realidad de sí mismos, de lo poco que saben por donde van a ir las cosas, y ante eso, se fortifican, y tardan mucho, muchísimo tiempo en posicionarse, es decir, en tomar decisiones, decisiones que son imprescindibles, porque sino todo está empantanado, que es lo que ocurre. Como siempre nos pillará el toro, lo haremos todo a toda prisa, y todo quedará igual porque no le hemos dedicado el tiempo ni la materia gris suficiente, porque cuando hay prisas, ganan los que ya tienen el poder, y acaban imponiendo sus posiciones, casi siempre reacias a mejorar. Cuando ya, después de múltiples resistencias, hay que hacerlo, se dilata lo suficiente, para que a última hora las cosas se tengan que hacer de la misma forma que se venían haciendo, y poco más. Podíamos patentarla como metodología casera típicamente reaccionaria. Ocurría lo mismo en las asambleas para lo que fuera. Se discutía, se discutía y se discutía sobre «cuestiones de procedimiento» (léase, barreras) y al final, ya no quedaba tiempo para nada, y se decidía precipitadamente en poco tiempo, y ya cuando la gente de la asamblea se había marchado. No quedaba nadie ni para oponerse, ni para hablar, no se había hablado nada, solo consignas, y se tomaban decisiones sin estar la gente presente. Perfecto. Pues más o menos eso es lo que hacemos y haremos con los nuevos planes de estudio. ¿Se cree alguien que los masters oficiales y los doctorados van a cambiar mucho lo que estamos haciendo en el formato antiguo? No se equivoquen. Los masters, en su mayoría, serán un quinto curso, y los doctorados seguirán siendo lo que son, con excepciones, algo penoso.
Ah, y el poder aunque implícitamente precisa de cierta inteligencia para llegar a serlo, la mayoría procede del cerebro izquierdo, ya saben, y además, según se ocupa, según van pasando los tiempos, regresa a formatos aún más ignorantes, porque «pierde el contexto y la teoría» y se empieza a mover sólo en el plano de la experiencia, que aúnque es la madre de la ciencia, no lo es directamente, sino que hay que hacer un gran esfuerzo de reflexión, de pensamiento, de creatividad y de interpretación y análisis, para llegar a la ciencia. Seguiré. Me gusta hablar de los que mandan.