Gaita voluptuosa-¿Galicia dormida?

Hace tiempo que alguien me dijo que un Papa quiso prohibir la gaita por «despertar sensaciones voluptuosas». Tal vez. Tal vez es cierto que el Papa se llenó de gaita, y tal vez la gaita despierte esas sensaciones. Decía hace poco Milton Nascimento, uno de esos fenómenos de la música que da Brasil cada poco tiempo, que había aprendido a tocar música tocando la gaita, y que le gustaba mucho. No me extraña, hay algo mágico en la gaita. Es un instrumento por explorar, por innovar, por reutilizar, que está en eso, en un proceso novedoso de reutilización y mejora.

Eso ha coincidido con la recuperación de la identidad de los países celtas. Los escoceses, que fueron la cuna de la libertad y del liberalismo, para que citar a Hume, Adam Smith y tantos otros, han encontrado en Sean Connery un buen señuelo para conquistar sus libertades. Su cultura que siempre ha sido viva, vivaz, lúcida, llena de grandes pensadores y pensamientos, es hoy algo renovado, y sin caer en excesivos nacionalismos, retoma su ruta de virilidad, de certeza y de arte que siempre deslumbró en Europa. Los irlandeses se han convertido en el «asombro de Europa». Han sido capaces de utilizar los fondos europeos y han reconstruido lo que siempre fue suyo, aunque no fuera conocido, sus artes, sus letras y sus pensadores. No olvidemos que muchos de los grandes de la literatura británica son irlandeses de nacimiento, aunque muchos se desenvolviesen en Inglaterra, dado que ahí es donde resonaban sus buenas artes. Irlanda nos ha asombrado porque ha sabido convertir en conocimiento el dinero europeo, que ha sabido comprender, y todavía muchos no lo han descubierto, que el dinero mejor empleado es el que se utiliza en aprender, en intercomunicar y en explorar nuevos campos del conocimiento. Los bretones aportan a Francia muchas de sus grandes tradiciones, y aunque Paris sea un lugar absorbente y centralista, y hay que decir que único, ¿qué haría Francia sin los crepes bretones? o ¿qué haría sin Asterix y Obelix, identificados como galos? o que haría sin las maravillosas y profundas mareas de sus costas. Hasta reconquistamos para la libertad a Europa gracias a sus playas y a las de Normandía. La Bretaña es el destino y el gran punto de partida. El finisterre, el fin del mundo, y a la vez, el comienzo de toda aventura. Cuestión que equivale a decirlo del Finisterre español, fin del llamado camino de Santiago, o del Land End inglés ….. que representa mucho mejor las murallas ante el agua de Irlanda en su oeste.

Los gallegos, sin embargo, están «por explotar», si, lo cierto es que teniendo una posición privilegiada en el mundo, «estando en todos los sitios», teniendo «agentes» destacados en todos los países y muchos muy bien situados, los del interior, siguiendo tal vez las resignadas y equivocadas consignas de Celso Emilio Ferreiro («o mundo de alen mar é soio unha metáfora …. nunca virá de fora remedio ou esperanza») en su «Viaxe ao pais dos enanos», no han sabido incorporar los lazos, los casi eternos lazos de gallegos y sus descendientes, con los que todavía perviven en esa tierra ansiada, deseada y a pesar de ello, «amara», como decía Modugno «amara terra mía». Pero la gaita volverá a sonar, o mejor, sonará de una vez con otros sonidos, con sonidos voluptuosos, como siempre ha sonado, y hasta el Papa denunciaba y dudaba si prohibir. Para eso tienen como dice su himno: «despertar», despertar el país de Breogán. Todavía no veo signos de ese despertar, solo son signos aislados, son manifestaciones casi individuales, empresas interesantes, diseños apasionados e innovadores, proyectos que pueden reverdecer ….. pero aún no está maduro el fruto …. otros celtas ya han empezado a renacer; bretones, galeses y gallegos …. todavía están pensándolo. La gaita no ha «pillado» todavía su sensación voluptuosa, su saber ser feliz, su epicureo enlace con la felicidad y con la vida. Recursos no faltan, sólo esperamos que la tierra se levante y ande. Todavía está poco removida. Todo sigue siendo plácido y sin torrenteras que alteren los cauces. La gaita tiene que reencontrar el sonido voluptuoso que fue escándalo para los Papas. Siguiendo a Celso «si o noso povo morre, quedámonos sin patria, pois patria e povo é o mesmo, en duas palabras». Las sensaciones voluptuosas de nuestra gaita han de preceder al «despertar» «do teu sono». Por eso, la gaita tiene que innovar, tiene que renovar su sonido, su sentimiento, sus sensaciones para ………

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4 comentarios en «Gaita voluptuosa-¿Galicia dormida?»

  1. Yo también espero que Galicia «desperte do seu sono». A veces me parece incluso que se va desperezando, otras en cambio volvemos al bostezo y al dormitar impasible. Trato de ser optimista ( a pesar de ese pesimismo crónico que algunos nos achacan). En Galicia hay gente con ganas de trabajar y muy preparada. No les dejemos marchar.

    Un saludo desde Santiago de Compostela

  2. Me identifico con tu postura …. pero estratégicamente -y ese es el problema- los que estáis ahí tenéis que mirar más hacia afuera, porque en el afuera están los dinamizadores; y en el adentro, la energía para ponerlos en marcha. Un abrazo, Roberto Carballo

  3. Hola de nuevo, Roberto.
    Con lo de «mirar afuera» ¿debo entender que dejemos de mirarnos el ombligo? Si es así, estoy completamente de acuerdo. Además de abandonar de una vez el tradicional victimismo, tenemos que ver en el exterior ejemplos y oportunidades de mejorar. A veces tengo la sensación (y ahora estoy hablando fundamentalmente de mi entorno laboral)de que lo que hacen los demás, por el mero hecho de ser diferente o contar con un enfoque distinto al nuestro no está bien. Nos cuesta reconocer lo bueno en los otros. Aunque supongo que este no será un defecto unicamente «made in Galicia».
    Un saludo

  4. No creo que sea un defecto gallego, sino más común en toda la peninsula y …. parte del extranjero …. Lo cierto es que se aprende en lo distinto más que en lo que es igual o parecido. Lo distinto es atractivo si somos capaces de mirarlo, pero si antes de mirarlo hacemos como nuestros hijos que dicen: «no me gusta», y tu les dices: «pero si no lo has probado», y entonces, ellos vuelven a decir: «no me gusta» y nadie los saca de ahí. Si no queremos mirar, seguiremos diciendo «no me gusta», pero lo cierto es que aún habiendo muchas cosas que «no gustan», porque no todas van a ser buenas; en lo distinto, se encuentran muchas cosas interesantes y se descubren un montón de oportunidades que normalmente ni siquiera vemos cuando estamos con gente que hace las cosas de forma parecida. Ahí está la cuestión, como tú muy bien dices, dejarnos de mirar el ombligo, porque si bien es cierto que no todo lo que está fuera es bueno; también es cierto que muchas de las cosas que hacemos y cómo las hacemos están bastante mal hechas y se pueden mejorar mucho, sobre todo, si miramos a otros que ya han descubierto otras formas de hacer más interesantes. Gracias por tu comentario. Un fuerte abrazo, Roberto Carballo

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