Inno-humana 08

¿Le llamamos Inno-humana o Innosocial o Innovación social 2008 o …..? No está claro, pero por si acaso que quede claro que el año de la innovación no es una declaración por la tecnología, ni por los cachibaches, sino el año de las personas, de las interacciones, de las relaciones, de la comunicación, del desarrollo social a partir de uno mismo, del autodesarrollo, del desarrollo endógeno, del desarrollo sustentable y equilibrado en lo dinámico, ….. pero sobre todo, el año de las personas.

2008, el ocho tiene algo, y aún encima va unido a dos números, el dos y los dos ceros, que también tienen algo. El dos, el famoso dos patitos, es como si alguien quisiera levantarse, pero poco a poco, la vuelta del cuello puede interpretarse como la de un cisne, majestuoso y aristocrático, o la de un pato o un ganso o una oca, ya más pié a tierra, como elevándose desde el agua, pero estando pronto a volver a meter toda la cabeza en el líquido elemento. Los ceros son redondos, redondeados, en el fondo elípticos, porque representan una elipsis de pié, también, pero para mi tienen un glamour especial, y dos ceros seguidos más. Podemos hacer muchas hipótesis: la primera podía ser que es bueno tener dos ceros seguidos para superarse y convertir el cero en un diez, que no está mal la escasez si se trabaja como oportunidad; la segunda podría ser que son dos huevos, como el de Colón, pero que se mantienen sin ningún tipo de artilugio de pié, sin apoyos, por su propia energía; y asi …. podríamos seguir, pero es suficiente.

El ocho, 8, finalmente es muchas cosas, pero lo que más me atrae es ese sentido de infinito forjado en dos ceros unidos, interseccionados; pero tampoco es desdeñable hacer un tajo por la mitad de arriba a abajo y encontrar una E y un 3 fundidos en un abrazo interminable. No sé, me gusta el ocho, me gusta escribirlo a mano, es como si recorrieras todo el universo o los puntos cardinales en un mismo trazo, empiezo normalmente por el nordeste, me voy noroeste, me deslizo por el Este hacia el sudoeste, de ahí circulo hacia el Sudeste pasando por el centro, luego me deslizo por el sur nuevamente hacia el Oeste, y finalmente cierro el ocho con un trazo que va del sudoeste hasta el nordeste, pasando otra vez por el centro. Se parece a la espiral con la que «veo» la innovación.