El innovador-líder es una mezcla de muchas cosas, una mezcla de roles diferenciados. Sólo hablaré de algunos:
a) facilitador, en cuanto utiliza y orienta desde su setting metodológico y mantiene centrada la tarea, y hace que las cosas fluyan en un intercambio amplio, pero que tiene sus pausas para sintetizar, y hasta sus silencios para reflexionar;
b) animador, mediante la pregunta o la aportación de la diversidad. Incitando a la lectura, incitando a la búsqueda, incitando a sentir que “eso no lo sabemos, y puede interesar consultarlo o buscarlo”, induciendo a participar, a que “su palabra” vaya llenando poco a poco el aula, sin valoraciones para evitar regresiones, sino reconociendo (si considera que algo no está bien, no lo rebate, sino que lo deja pasar; sin embargo, si “se ha cogido el hilo”, lo refuerza, con otra pregunta o cuestión o con el contraste de otros; si el ejemplo del alumno es para “quedarse pasmado”, hace que el grupo sea consciente de lo que significa hacer las cosas bien;
c) profesor, si también ha de ser profesor, porque “lo que ocurre en el aula” es preciso referenciarlo, contrastarlo con lo que ya sabemos o creemos saber, darle un contenido teórico, pero esperará hasta el final –no empezará con el contenido teórico, sino que lo teórico “refrendará” y dará organización a lo que “ha salido” y se ha aportado y se ha re-construido. El profesor, cosa que no siempre se consigue plenamente, deberá dejar que el río de participación fluya, encauzarlo, darle poco a poco camino hacia síntesis que puedan conferir autoestima a individuos y grupos, y a partir de ahí, ser capaz de que todo eso que ha ocurrido, tenga unas referencias teóricas, no muchas, pero las suficientes, para que lo dicho no quede sólo “en lo que hemos dicho” en una clase, sino que se compruebe que tiene relación significativa con lo ya dicho por investigadores, por autores, por conocedores de esa materia o tema.
d) Sintetizador. Saber que se aprende por aproximaciones sucesivas, y que es preciso pararse para sintetizar, para establecer nuevas plataformas de aprendizaje. Para ello, a veces se puede apoyar en voluntarios que hacen de observadores en el aula, porque la riqueza de contenidos y aportaciones que se generan en un espacio complejo y con tanta participación, pueden hacer fácilmente que el profesor empiece a perder el sentido global de lo que está ocurriendo, y se quede con lo último que ha ocurrido. Por eso, es conveniente que si se espera un espacio muy complejo, se dote de un observador que ayude con sus síntesis a concluir en síntesis teóricas que complementan lo que se ha aportado.
e) Motivador, a través de la participación en el aula y fuera de ella; a través de la pregunta y la necesidad de resolver; a través de la aportación de lo diverso, pero interrelacionado; a través del reconocimiento de lo que funciona y es interesante agradecer; a través de marcar tiempos y objetivos, con autonomía, pero con seriedad; a través del reconocimiento público de los logros; a través de la modulación, casi diríamos teatral, de su tono; ……….
f) “Ouvidor”, saber escuchar es casi más importante que saber hablar, y en todo caso, se suele valorar menos socialmente. Parece que el que sabe escuchar, escucha porque no sabe aportar y más en nuestra cultura donde tenemos la manía de hablar todos al tiempo, casi sin escucharnos. Aprender a escuchar es decisivo para generar un espacio de aprendizaje; sólo en esa dinámica nos damos cuenta de lo que los demás nos pueden aportar, de lo que todos pueden aportar. La escucha es democrática; la palabra puede no serlo. Y finalmente es mejor para el proceso de aprendizaje, porque una palabra reforzada por la autoridad del profesor, siempre “acalla” otras opiniones “menores”, y “nos evita” lo diferente. En todo caso, la palabra reconocida tiene que estar al final, hay que saber esperar, aguardar a que las cosas fluyan.
g) Investigador-buscador, tiene que desarrollar su propio programa de acción-investigación. Ha de saber sintetizar lo que avanza, aprender lo que ha aprendido, escribir sobre ello, y trazarse metas de investigación que le permitan comprender mejor el camino por recorrer, que en principio, no conoce, sino que explora, investiga, adelanta.
Pensándolo bien, el texto tendría que haber sido reformado en algunas cuestiones, pero he preferido lanzarlo como estaba, porque su ánimo no es exhaustivo, sino motivador de otras opiniones. Por cierto, no he dicho en el texto que lo de investigador-buscador no estaba en el original, que por cierto tampoco pretendía ser la palabra final o algo así, sino una mera aproximación a partir de lo que decían los propios alumnos, con una gran riqueza de expresiones y contenidos, siempre sorprendentes y sugerentes.