Según los datos de la ONU hemos duplicado la población mundial en menos de cuarenta años, alcanzando los 6.500 millones de habitantes. Impresionante. Ni Malthus lo hubiera previsto. Lo que si previó es que la población iba a ir por encima de los recursos disponibles.
En menos de 30 años se ha duplicado la población de Africa, llegando casi a los 900 millones. En ese mismo periodo, Europa aumentó un 10-12% aproximadamente. Sudamérica también ha duplicado y USA ha aumentado un 60% aproximadamente. Oceanía no ha llegado a duplicarse. Bueno, no tengo muchas ganas de dar porcentajes exactos, sólo aproximados. Asia también ha crecido mucho, aunque menos que África.
¿Se dan cuenta? Cuanto más subdesarrollados económicamente, más crecimiento demográfico, y eso no se ha parado. Hace treinta años, cuando rebasamos los 3.500 millones de habitantes, era prioritario frenar la natalidad, pero poco se ha podido hacer, muy poco, porque en último extremo la natalidad está en función de la preparación media, de la formación, de la reflexión, y el sistema capitalista ha conseguido mantener a un porcentaje importantísimo de la población en situación de indigencia o cercana a ella.
Se calcula que la población dentro de otros cuarenta años será de 13 mil millones, o sea el doble que ahora, seguiremos así creciendo al mismo ritmo. ¿Se lo pueden imaginar? Eso significa más pobreza, significa más conflictos y guerras, significa más hambre, significa muchas cosas que tendríamos que prever. Es indudable que el cambio climático es importante, y nadie duda de su gran importancia, pero el cambio demográfico es tal vez hasta más urgente. Es preciso conseguir que se frenen los crecimientos demográficos, sólo nos traeran problemas, a todos. Ya lo creo que tenía razón Malthus, y eso que no tiene buena prensa. Es curioso algunas de las personas y científicos que han dicho verdades como puños, no tienen muy buena prensa, como Malthus o como Darwin. Parece como si ellos tuvieran la culpa de haber acertado lo que nos ocurría, y al final decimos con cierto desprecio, malthusiano o darwiniano, como si ellos fueran los culpables de lo que han previsto y anunciado, no por ser «aves de mal agüero», sino por ser buenos científicos.
Sin duda, la única ventaja que puede derivarse de un aumento tan fuerte de la demografía es que habrá más mentes para encontrar soluciones a lo que nos pasa, porque en el fondo, no piensan que estamos algo locos. Y además, fíjense el futuro: los países centrales con tasas de fecundadidad que ni siquiera permiten la reproducción demográfica; y sin embargo, los países no centrales al revés. Parece que todo esto puede llegar a ser demasiado contradictorio, ¿no creen?