Hasta ahora hemos comentado el mundo del Este, el mundo del Norte y el mundo o proyecto del Oeste. Nos queda el Sur. Recordemos que de Este a Oeste «se va» por el Norte, esto es muy importante, porque «no podríamos» ir por el Sur, sería una ruta vaga, que rompería la dinámica de la espiral. Las espirales han de girar en sentido contrario a las agujas del reloj. Las espirales anticiclónicas no tienen un buen sentido en el hemisferio Norte. En el Hemisferio Sur es al revés, claro.
La ruta del Sur circula del «Oeste al Este», y de esa vamos a hablar. Asi como la ruta del norte es fría, y se nutre de calidad, calidad y de tecnología, la ruta del sur es caliente, y hace circular la tormenta con vientos del sudoeste, del oeste o del noroeste, mayormente del sudoeste y del oeste. Son los vientos de las tormentas, son los vientos vivos, pero no fríos, sino más bien calentitos. La ruta es una ruta de gestión, de puesta en marcha.
En realidad, la ruta del norte servía para a partir de la necesidad, llegar a un proyecto, teniendo en cuenta la calidad standard o mejor, y la tecnología o sus fuerzas inherentes. Con ellas nos organizamos, montamos un proyecto, y ahora con un proyecto y con un plan de trabajo, tenemos que gestionar, que manejar, que dirigir. La ruta del sur regresa del proyecto y de la planificación al mundo de la realidad del cliente, y se propone como alternativa para ser adquirido o aceptado por esa comunidad.
El Estilo Directivo, si es innovador, mejor, nos permite organizarnos, orientarnos, dirigirnos y tener método para aplicar y desarrollar el camino. En la medida en que ese estilo hace «piña», grupo, y facilita los espacios de intercomunicación (Comunicación) en la organización, está favoreciendo aquello que es finalmente definitivo en el plano de la eficiencia, la calidad de la comunicación interna. Y a partir de ahí, una gestión efectiva es aquella que es capaz de dar el «customer care» adecuado a los clientes. Si la orientación estratégica de la acción es claramente hacia el cliente, es fácil que estos respondan positivamente; si no ocurre así, lo normal es que se pierda el cliente y la organización sufra las consecuencias, en forma de pérdidas o de minusvalores.
La ruta del sur es una ruta caliente, llena de erraticidades, de azares, de incognitas, como todo lo que ha sido pensado y después ha de ser puesto en práctica. La ejecución siempre es una sorpresa, una sorpresa donde los proyectos al intentar que sean realidad, se transforman, por la misma acción del fuego que los envuelve. La gestión es fuego, es acción, es vida, es por tanto incertidumbre y cierta aleatoriedad. Por mucho que queramos controlar la acción, siempre se nos va de las manos, porque la vida es eso, un fluir, y no siempre las cosas discurren como hemos pensado que podían hacerlo.
La ruta del sur es una ruta caliente, una ruta llena de oscilaciones, pero hay algunas cosas claras:
a) si no estás preparado para dirigir y gestionar y para trabajar con otros, las probabilidades de éxito son menores;
b) si tu preparación es muy formal y obsesiva casi seguro que fracasarás;
c) si no sabes mantener el rumbo, te desviarás demasiado de los objetivos perseguidos;
d) si olvidas el sentido último de lo que haces, que es la satisfacción de terceros, es probable que «pierdas» el sentido de lo que haces, y te salgas del papel;
e) si no sabes trabajar con los demás, conociéndote a ti mismo, y por tanto, inferiendo el conocimiento de los demás, puedes perder la brújula, y tender innecesariamente en función del miedo, hacia la autoridad y la pérdida del prestigio alcanzado con participación y motivación;
f) si solo tienes ideas y no has articulado un plan estratégico y sentido de la realidad de presupuestos y programas, es probable que fácilmente pierdas el control;
g) si piensas que los planes son para cumplirlos obsesivamente, y no para orientar tu actividad, vuelves a equivocarte;
h) si no sabes controlar los ritmos y los tiempos, y no sabes de límites, tus gastos se desmadrarán y probablemente tus ingresos no te compensen;
i) etc. etc. y asi muchas más cosas.
La acción es más difícil, mucho más, que tener una idea. Las ideas se venden baratas. La acción es muy difícil y requiere de un gran cuidado, y aún así nunca sale como la habíamos planeado.
En síntesis, la ruta del Norte es la ruta del conocimiento, del análisis, de la investigación, de lo sistematizado, de lo organizado, de lo actual; la ruta del Sur es la ruta de la acción, del contraste, de la calidez, del intercambio, de la interrelación y la comunicación.