Si, no es suficiente con decir, con demostrar, con pensar en alto, con contrastar, con ofrecer ……. Decía uno de mis maestros que «hay que llegar a indignarse», y a veces, añado, hay que provocar.

Creo que es evidente porque hay que indignarse, hay muchas cosas con las que indignarse y eso que estamos en el primer mundo o en «el rabo del león», y ya de eso casi no sabemos, excepto cuando nos situamos con un volante entre las manos, y más que indignarse nos cabremos, sin saber por qué, ni nosotros mismos muchas veces podemos explicar nuestro comportamiento. Por tanto, no me preocuparé de la indignación necesaria, obligada diría, que si nos paramos a reflexionar, inmediatamente surge en nuestras cabezas ante tanta discriminación, tanta injusticia y tanta iniquidad por resolver. De todas formas, hay que saber indignarse de lo que causa la indignación y no de sus manifestaciones, no nos perdamos en «chorradas» laterales. Hay que rebuscar en la profundidad de los porqués y encontrar lo que nos altera y genera esas discriminaciones y esas desigualdades tan poco comprensibles.

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Pero si me interesa hoy hablar de que no vale con indignarse, sino que hay que declararlo y para ello, como nuestra voz es demasiado baja o apagada, es preciso «gritar», y muchas veces en el grito y el desafuero «perdemos la razón», según los que no quieren que nadie se indigne, porque les va bien como van las cosas. Pues si, hay que provocar, hay que gritar, hay que hacer aspavientos, sino como se darían cuenta de que hay algo de lo que hablar que no sean los «sucesos», los «holas», los «hay tomate», u otros similares. Es cierto que nuestra provocación ha de ser sutil e inteligente, pero también es preciso a veces, manifestar todo nuestro enfado por lo que ocurre, que en el fondo es una continua provocación a nuestra inteligencia, a nuestra razón y por supuesto, a nuestra libertad.

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Por eso, yo he empezado mi weblog, y más de ciento cincuenta primeras entradas han sido de reproducción, de recuperación de conocimiento, de regresar a las fuentes, de citar a los maestros y comentarlos a la luz del hoy, de difusión de conocimiento; y después, hemos ido viendo aplicaciones de algunos de los principios que hay en el modelo, pero de vez en cuando empezaban a aparecer entradas provocadoras y muy críticas …… En estos últimos tiempos la provocación se ha ido también instalando en este mix, en esta mezcla de pensamientos y experiencias que es este blog. No busco ninguna militancia o seguidismo, nunca he sido proselitista, ni me gusta que me persigan con dogmas más o menos elaborados. Y lo que no quiero para mi, tampoco lo quiero para nadie. Pero si provocación, si retranca, si mostrar la indignación, si criticar la realidad y sus poderes, si ………… Y esa es la nueva ruta que sin perder su esencia, ha empezado a emerger en el weblog. Sólo quería hacerlo consciente, solo quería que los que ya me leen, sepan que lo que más me importa, es lo que ellos me aporten, y no eludiré ninguna polémica o crítica, sino que las enfrentaré como necesidades nuevas a las que se busca oportunidades que sean alternativas. Son más de 260 posts, artículos o como queráis llamarles. Todo con mucha pasión.

Me gustaría cada vez sentirme acompañado en el pensamiento, no en la idea, sino en la reflexión conjunta con todos vosotros. Os lo agradezco a todos.

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