La que predomina desde hace tres días mi vida es INCOMUNICADO. Es una tontería, ya lo sé, pero no puedo evitarlo. Tengo una sensación opresiva, que me falta algo, casi como si me faltara cariño. También tengo una cierta sensación de que me está faltando algo, de que no estoy donde debería estar. Me preguntará Uds. que me pasará, si es cuestión de psiquiatría o de loqueros, y no quiero asegurar que no es así, no vaya a ser que también me equivoque, y esto me conduzca a un síndrome no sólo de incomunicación, sino también de delirium. Bueno, la verdad es que hace tres días me cortaron el adsl -no por no pagar, solo por experimentar otro proveedor, que se mostraba muy seguro de que lo que hacía estaba mejor que lo que yo tenía-.
Bueno, el proveedor hasta ahora ha cumplido, pero resulta que tengo que esperar unos días a que se haga posible la nueva comunicación, y mientras tanto, ¿saben a que velocidad voy por la red?, auténticamente fabulosa, 36 Kbps, ya no me acordaba de lo que era eso, el tiempo que se perdía esperando que la página por fin «saliera», que el correo «llegara» y que finalmente se llegara adonde se quería. No hace tanto tiempo de eso, y sin embargo, que fácil nos acostumbramos a lo bueno -habría que decir que lo bueno no es totalmente el adsl, sino que lo sería un cable fabuloso de esos que entierran y que nos «conduce» a velocidades increibles-, pero imagínense si fuera eso lo que hubiera perdido, lo que lamentaría, casi es mejor tener solo un adsl normalito, porque pasar de los 3 megas a los 36 kas ya es un gran suplicio.
Total que se ha fundido provisionalmente mi programa de búsqueda de blogs interesantes. No les he contado que también vale la pena entrar en http://blogestion.com/ de Luiz de Paiva sobre marketing, es ágil y directo, muy interesante.
Es increíble hasta que punto la tecnología es un medio necesario en nuestra vida, en nuestras emociones. Internet es el rey, demanda nuestra atención y cumple nuestras necesidades, pero no es que sea un fin en si mismo pero es precisamente un medio, un vínculo, una ventana entre nosotros y el mundo. Alguien dijo alguna vez (no lo recuerdo muy bien) que la tecnología es algo que cuando funciona ni siquiera reparas en ello pero cuando se estropea eres consciente de lo que has perdido. Quizás una metáfora de la libertad o de otras tantas cosas en la vida. Hace unos meses experimente una sensación parecida cuando me mudé de piso, y la verdad que la incomunicación es como si las paredes del hogar se estrecharan y nos oprimieran, es como si supieras que hay una fiesta ahí fuera pero no hay una sola puerta por la que salir… En fin, será que nos hemos hecho por/para las nuevas tecnologías, que concentramos parte nuestra actividad en este medio para llegar a más personas y cuando no “estamos” en la red nos sentimos silenciados…Es un tema bien interesante desde el punto de vista sociológico –y humano, claro-. En cualquier caso mucho ánimo (aunque seguro que estará solucionado ya) nosotros seguimos esperando tus comentarios.
Un Abrazo.