El paso siguiente de Aldebaran Innovation es convertirse en una asociación, creo que ya ha llegado el momento de dar un gran salto, un salto que nos permita construir un espacio más amplio de regeneración social, tal y como está expresado en la web www.aldebaraninnovation.com .
Durante unos años pensé que no era posible el sueño, el sueño que está implícito en ese proyecto, pero estos últimos dos años me han convencido de que tengo que dar un nuevo impulso a este tema. Es cierto que en los últimos siete años he publicado cinco libros sobre el tema de la Innovación, que mi modelo está mucho más refinado, aunque siguiendo las pautas que ya tenía cuando fundé Aldebaran Innovation y construí su primer escalón, la web.
Además, en estos últimos años el tema de la innovación, no sólo tecnológica, está cada día más no sólo en Europa, sino también en España y en el mundo entero. Es verdad que todavía sigue vinculándose a la idea de competitividad, palabra extraña y fea, pero que está al orden del día. Se quiere vincular innovación a productividad, quizás para ampliar las posibilidades de aumentar la tasa de plusvalor, pero lo cierto es que aunque se vea así por la clase dominante, y no ser eso de lo que yo hablo en mis libros, y lo que practico en las aulas y en los programas, sin embargo, las condiciones han mejorado.
Las personas están más formadas y tienen algo más de iniciativa, porque la formación incorpora una tasa de iniciativa y proactividad; las personas saben cada día más que necesitan cooperar, que necesitan hacer las cosas con otros; las empresas también lo saben, aunque siguen pensando que es mejor poner a la gente obligatoriamente a trabajar en equipo, que motivarles con la participación, entre otras cosas porque no quieren perder su autoritarismo y centralismo evidente; y es posible y relativamente fácil conseguir que nos enrollemos con la responsabilidad y dejemos a un lado la culpa y como decía uno de mis maestros, «la hostia flotante», para desarrollar más profundamente nuestra libertad.
Y es cierto, esto lo veo en la sociedad, aunque tenga resistencias a cambiar, está cambiando, tal vez hasta a su pesar, o al pesar de muchos, pero cambia. Eppur se muove, decía Galileo, sí, se mueve, y los años de este siglo han facilitado un cambio que se nota. No se puede continuar con las contradicciones evidentes que existen entre la competitividad y las personas, entre el autoritarismo y las competencias de personas y grupos, entre la búsqueda de beneficio y la explotación del entorno.
Las cosas parece que cambian, y mi respuesta es dar un paso más: y ese paso se llama Asociación. Ya tiene hasta nombre, pero no se hará público hasta que sea conveniente; también tiene estrategia y proyecto. Todo es cuestión de unos meses, y pronto podremos avanzar significativamente hacia Aldebaran Innovation.
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