Hace tres años estuve trabajando en un Proyecto para dinamizar la Universidad, un proyecto de innovación que abarcase a investigadores, docentes, alumnos y gerentes. Son muchas las cosas que es preciso abordar para generar innovación en el seno de una institución que es profundamente innovadora, a partir de sus individualidades, pero quizás no tanto como organización o institución. Por eso, definí los que podía determinar como puntos débiles de cada uno de esos «clientes» y intenté pergeñar un proyecto que pudiera ser atractivo, bien global o bien parcialmente, para ser aplicado por los responsables de la institución. Ese proyecto se presentó en el marco de un congreso convocado por la USC en el mismo Santiago de Compostela. Esto que sigue es sólo el planteamiento.