Coincidí por primera vez con Santiago Guillén en un Congreso en Lloret de Mar a finales de los años ochenta. Eran los tiempos en que las nuevas tecnologías nos invadían y él era un gran experto, y creo que ya dirigía el Centro de Divulgaciò de la Informática de la Generalitat de Catalunya. Pronto tuvimos, gracias a su invitación –creo- ocasión de conocernos mejor haciendo proyectos juntos. Aún recuerdo su sede en el Eixample de Barcelona, aquél duplex-ático donde hablábamos. Yo estaba muy interesado en los nuevos formatos que empezaban a aparecer en el mundo informático y sus aplicaciones. Él lo estaba en saber como redirigirlos, darles sentido y que fueran utilizados.
A principios de los noventa ya estábamos colaborando en proyectos puntuales, mejor dicho, yo estaba colaborando en sus proyectos. Fue particularmente intensa y altamente satisfactoria para el proceso de conocimiento y aprendizaje las experiencias, primero, con el Centro citado y después cuadno se convirtió en Institut Cátala de Telemática Aplicada, revolucionando su sentido, su proyecto y sus contenidos, y pasando de la posición de divulgación a la de experimentación e introducción de programas vinculados a tecnologías en el ámbito organizacional, lo que se llamó “Tallers”. Más tarde, seguimos colaborando cuando me propuso un proyecto realmente ambicioso, el de la Asociación para la Innovación. Primero, los “tallers” y los desarrollos innovadores de profesionales, que a su vez desarrollaban tallers y áreas de negocio, en una asociación que nunca más he vuelto a ver repetida; y en la Asociación en la introducción de la idea “angels” y de espacios de interrelación entre estos y empresarios internet emergentes, y casi en paralelo desarrollando internet en/para cooperativas, resultaron ser experiencias apasionantes.
Toda esta rica experiencia de enlazar informática-internet con grupo de trabajo-desarrollo organizacional lo debo al privilegio de haber conocido a una persona de esas que sólo por eso valdría la pena haber vivido, a Santiago Guillén, que primero pensó que sólo con la informática no iban a ninguna parte, y me “conquistó” para su proyecto de Tallers (algo explica en su artículo en el capítulo quinto de este libro); y posteriormente me “re-conquistó” para su proyecto de la Asociación, en la que hasta uno de nuestros proyectos fue hacer un libro, del que tengo cuatro capítulos escritos, pero no llegó a publicarse, sobre los negocios internet y específicamente, sobre el perfil básico y claves de evaluación de empresas internet. Tremendamente interesante, hasta forjamos una red de profesionales diversos, que trabajaron con nosotros en la definición de las variables, y posteriormente se comprometieron, aunque no dieron luego respuesta, a la realización del libro. De todas formas, la experiencia de la Red fue sorprendente y extraordinaria, por la calidad de los participantes y su interés en avanzar en el conocimiento del tema que nos ocupaba: empresarios internet con éxito, inversores, empresas de capital riesgo, profesionales de la universidad, ….. fueron sus integrantes.