Hace tres años me planteé hacer una especie de Manual sobre mi modelo de Innovación. Pensaba en ese momento que desde la publicación del modelo Temaguide, no se había planteado un intento de modelo integrado sobre Innovación.
Como profesor e investigador vengo indagando en esta materia desde hace más de quince años. Ya en 1989 publiqué un artículo que marcaba las líneas teóricas básicas del modelo; por fin, y después de siete años de trabajo publiqué en 1999 “Innovando en la empresa”, que estudiaba las llamadas “tres Ces”, y su repercusión en el estilo directivo innovador. Sucesivas síntesis del modelo, entre ellas, la que se derivó de la experiencia de Innovación con PYMES en Galicia (“Redes para la Innovación”, 1999), dieron lugar a un formato de cuatro variables clave, y tres variables de menor nivel que acabaron formalizando un nuevo modelo que permitió ser aplicado a bases de datos de empresas españolas innovadoras y seleccionar con esos criterios las que representaban mejor la innovación en nuestro país (“En la espiral de la innovación”, 2004).
Precisamente, en el verano de 2003 me planteé configurar el modelo, método, sistemas y herramientas en un Manual de «Innovación y Gestión del Conocimiento», que es el que ahora ha visto la luz por la editorial Díaz de Santos. Me han acompañado once autores, un buen equipo de futbol, todos ellos expertos en cada una de las herramientas trabajadas. En mi opinión, han hecho un trabajo excepcional.
Los tres primeros capítulos resumen mi modelo, método y sistemas ad hoc. Los dos últimos capítulos se dedican a herramientas de Innovación y de Gestión del Conocimiento, donde Juan Báez, Guillermo Bosovsky, Jorge Busquets, Eva Carballo, Angel Córdoba, Andrés Fernández Romero, Angel García de la Chica, Santiago Guillén, Ernesto Herrero, Omar de León y Santiago Rivero, son los protagonistas.
El libro pretende ser un punto de llegada provisional. Es un libro basado en experiencias, es decir, en acción-investigación, en investigación experimentada, vivida por el autor o autores. Está escrito para ser entendido, en un lenguaje directo, que intenta llegar a un lector que no tiene que ser experto, pero se ha cuidado que el contexto, el planteamiento, y el fondo sobre el que se asientan las hipótesis y construcciones teóricas. Para mí tiene el carácter de legado.